domingo, 12 de abril de 2015
miércoles, 8 de abril de 2015
¿Qué consecuencias tiene fumar marihuana durante la menstruación (la regla)?
Artículos
extraídos del INTERNET.
¿Qué
consecuencias tiene fumar marihuana durante la menstruación (la regla)?
Respuestas
Ami Ventura
La
ingestión de marihuana produce diversos efectos, los cuales varían de una
persona a otra. El “high” dura de dos a cuatro horas; algunas personas
experimentan mareos y aturdimiento, mientras que otras sufren depresión y
tristeza. Esta droga modifica la percepción del tiempo y la profundidad, puede
inducir un comportamiento descuidado y errático, así como risa incontrolable y
un apetito voraz. La marihuana reduce la habilidad motora necesaria para
conducir vehículos sin peligro o realizar tareas que impliquen concentración.
CONSECUENCIAS
Si
se fuma esta droga regularmente (2 cigarrillos semanales durante 6 meses), los
tejidos adiposos del organismo se saturan completamente de sustancias químicas
solubles en la grasa. Al cabo de varios meses es posible encontrar vestigios de
THC en el organismo.
DAÑOS
CELULARES, EFECTOS EN EL SISTEMA INMUNOLÓGICO
Se
ha comprobado que la marihuana produce daños celulares y que el uso de esta
droga, durante un período prolongado, disminuye la inmunidad celular aumentando
el riesgo de contraer enfermedades.
El
sistema inmunológico es un sistema de defensa complejo. Los glóbulos blancos se
especializan en luchar contra las infecciones destruyendo las sustancias
extrañas tales como, por ejemplo, las células cancerosas y los tejidos
trasplantados. El consumo de drogas, la nutrición inadecuada, el exceso de
ciertas sustancias nutritivas y las tensiones emocionales debilitan el sistema
inmunológico.
Un
grupo de científicos de la Universidad de Columbia examinó las respuestas
inmunitarias de 51 fumadores de marihuana de 16 a 35 años de edad, los cuales
habían fumado, como promedio, tres cigarrillos a la semana durante cuatro años
- (Science, vol. 183, 419/20, 1974) - Estas personas no usaron ninguna otra
droga durante ese período, a excepción de tabaco y bebidas alcohólicas. La
respuesta inmunitaria de los fumadores de marihuana fue inferior, en un 40%, a
la de las personas que no fumaban esta droga.
Cabe
preguntarnos por qué el consumo semanal de sólo tres o cuatro cigarrillos de
marihuana, que contienen de 15 a 20 miligramos de THC, puede producir daños
celulares de tal magnitud. La razón es que el THC permanece en los tejidos
adiposos durante períodos prolongados; la mayoría de las otras drogas son
solubles en el agua y se eliminan rápidamente, lo cual no ocurre en el caso de
la marihuana.
EFECTOS
EN EL APARATO REPRODUCTOR MASCULINO
Varios
investigadores han demostrado que el uso moderado o intensivo de marihuana
disminuye el número y la movilidad de los espermatozoides, produciendo a su
vez, una cantidad considerable de espermatozoides deformados. Los canabinoides
perturban el desarrollo de los mismos en los testículos y afectan al hipotálamo
(glándula cerebral que controla ese proceso).
EFECTOS
EN EL APARATO REPRODUCTOR FEMENINO
El
efecto de la marihuana en la mujer probablemente, en una gran cantidad de
casos, sea duradero. Las mujeres nacen con un número limitado de óvulos. Si
esos óvulos sufren daños, NO se los puede reemplazar.
Las
mujeres que usan esta droga, generalmente experimentan un cambio en el ciclo
menstrual debido al efecto del THC en el hipotálamo, el cual regula la
liberación de hormonas de la glándula pituitaria.
Se
ha observado relación entre el uso de marihuana antes de la concepción y
durante el embarazo, y la alta incidencia del efecto tóxico fetal, como así
también de las defunciones neonatales.
Los
hijos de mujeres que fuman marihuana, generalmente presentan un peso menor al
nacer (1/2 kg. a 1 kg. menos) y tienen la cabeza más pequeña de lo normal.
Su
comportamiento resulta diferente, presentando menos atención, problemas en el
aprendizaje y una menor calidad afectiva con sus vínculos.
Drogas y sexualidad: grandes
enemigos
Teresa González Marquetti, Elisa Gálvez Cabrera, Neiza Álvarez Valdés, Flora
Susana Cobas Ferrer y
Natalia Cabrera del Valle
RESUMEN
Partiendo de la conjetura del adolescente que
habitualmente piensa que el uso de las drogas constituye una estimulación para
la sexualidad, cuando en realidad ocurre lo contrario, se decidió hacer una
revisión bibliográfica con el objetivo de describir los efectos de las drogas
en la sexualidad, ampliando el conocimiento sobre este tema. Se encontró que
los principales efectos de las drogas en la sexualidad femenina constituyen la
alteración del ciclo menstrual, y por tanto, trastornos en la ovulación, la disminución
del deseo sexual, la anorgasmia, la disminución de la lubricación vaginal, el
bloqueo de la respuesta sexual, la disfunción sexual y la infertilidad. En el
caso del sexo masculino se identificó como principales efectos de las drogas:
la disminución de las hormonas masculinas (testosterona), la disminución en la
producción de espermatozoides, la disfunción eréctil, la disminución del deseo
sexual, la impotencia, la infertilidad, el aumento del tamaño de la próstata
(en el caso del uso de esteroides), el retraso en la eyaculación y la
disfunción sexual.
Palabras clave: Droga,
sexualidad, reacciones adversas.
La necesidad de romper el yugo de la rutina
cotidiana y de remontarse a esferas más elevadas, ha impulsado a los hombres de
diversas latitudes, tanto a los más primitivos como a los de más refinada
cultura, a procurarse ciertas sustancias capaces de hacerlo trascender a la
realidad del diario vivir.
La sexualidad, como conjunto de fenómenos
emocionales y de conducta relacionados con el sexo, marca de forma decisiva al
ser humano en todas las fases de su desarrollo. Considerada a lo largo de la
historia como una fuerza natural e innata, cada vez más se llega al
convencimiento de que en ella también intervienen las influencias sociales. Así,
desde tiempos muy remotos el hombre y la mujer han buscado sustancias que les
permitan incrementar su placer sexual, y han recurrido a plantas, alimentos, y
por supuesto, a sustancias naturales o sintéticas como lo son las drogas. Sin
embargo, según todos los estudios realizados, las drogas tienen efectos
negativos, no solo durante las relaciones sexuales, sino en la manifestación de
la sexualidad en general.
Aunque al consumirlas en dosis bajas, aparentemente
aumenten el deseo sexual, los daños que producen de forma irreversible no hacen
a las drogas muy recomendables, ya que de inicio y en pocas horas provocan
fatiga, dificultad para concentrarse, anorexia, apatía, insomnio, pérdida de
memoria, depresión, irritabilidad, dolores musculares, disminución de las defensas
inmunológicas y falta de deseo sexual. Pero, ¿por qué entonces muchos recurren
a las drogas para manifestar su sexualidad y ante una relación sexual? La
respuesta es sencilla, lo hacen porque se sienten inadaptados, inseguros y
desean experimentar sensaciones y emociones diferentes, que si bien las
consiguen al principio, todo termina en impotencia de ambas sexos. La
cruda realidad es que las drogas estimulan el sistema nervioso central y
producen muchos efectos estimulantes o depresivos, y además de todos los
problemas físicos, mentales, familiares, sociales y económicos que acarrean,
también en el terreno de la sexualidad ocasionan grandes daños.
Lo cierto es que si bien sus efectos inmediatos
pueden reflejar mayor desinhibición, aumento de sensaciones y otras cosas,
ninguna de ellas incrementa el deseo sexual, ya que esto depende de la
concentración de hormonas en el organismo, como la progesterona, la
testosterona y la feromona, y con su uso continuo los efectos son muy
negativos, pues producen disfunciones sexuales tanto en el hombre como en la
mujer. El interés que ha habido en los últimos años acerca de la sexualidad, ha
permitido el estudio de la influencia que tienen las drogas sobre la conducta y
respuesta sexual humana. Con el objetivo de describir los
efectos de las drogas en la sexualidad, ampliando el conocimiento sobre este
tema, se realiza esta revisión bibliográfica.
Se realizó una revisión bibliográfica de la
literatura más actualizada sobre la relación de los efectos de las drogas en la
sexualidad, tanto femenina como masculina. Se revisaron diferentes fuentes en
el sitio web de Infomed, se hizo una búsqueda utilizando las
palabras droga y sexualidad, se revisaron artículos de revistas,
libros de texto y otras informaciones publicadas en estos últimos años.
Mediante el buscador Google en Internet se localizaron
páginas web que contenían información en inglés y en español
sobre los efectos de las drogas en la sexualidad.
DESARROLLO
Anatomía y fisiología sexual
Antes de entrar en materia sobre los efectos que
tienen las drogas en la actividad sexual, es necesario tener presente la
embriología, la anatomía y la fisiología del sexo, para entender el
comportamiento farmacológico de esas sustancias. El sexo, en el ser humano,
queda definido en el momento mismo de la concepción. La herencia individual y
las influencias ambientales, y el desarrollo anatomofisiológico de una
persona, están predeterminados desde la concepción. Los papeles socioculturales
que la sociedad impone a cada sexo en el desarrollo psicobiológico del
individuo, se ven afectado por estos.
La fisiología sexual va más allá de la
reproducción, y los cambios hormonales por la que pasa un sujeto, afectan la
libido, el bienestar físico y la conducta. Las gónadas, son reconocidas en el
embrión a partir de la 4ta. Semana; sin embargo, estas estructuras no adoptan
las características morfológicas del varón o de la hembra sino hasta la 7ma. Semana.
Además, de las gónadas indiferenciadas en el feto, varón o hembra, tienen
pliegues genitales idénticos. El desarrollo testicular permite que los túbulos
o pliegues femeninos se retraigan en el feto varón; igual cosa sucede en el
desarrollo del ovario, que determina la desaparición de los túbulos o pliegues.
En el varón, el conducto de Wolf,
partiendo del feto primitivo, origina el conducto deferente, las vesículas
seminales y el epidídimo. En la hembra, el conducto de Müller,
surge a partir de una invaginación epitelial en el pliegue urogenital y forma
las trompas uterinas y el útero propiamente dicho. Se cree que la vagina, se
constituye a partir de evaginaciones del seno urogenital, que unen los
conductos de Müller fusionados. Los cambios que se producen
posteriormente, conducen al desarrollo gonadal de acuerdo con el sexo, y hasta
el 7mo. Mes intrauterino el desarrollo genital externo parece idéntico en ambos
sexos. Si aparecen los andrógenos, se opera el desarrollo masculino; si faltan,
el desarrollo será femenino. Estos cambios pueden ocurrir bajo la influencia de
la testosterona fetal o de los andrógenos administrados exógenamente.
Los genitales externos del varón se hallan
constituidos por el pene, las bolsas, los testículos, el epidídimo y la parte
inicial del canal deferente. Los genitales internos incluirán la parte terminal
del canal deferente, las vesículas seminales, los conductos eyaculadores y la
próstata. Los testículos o gónadas masculinas son 2 glándulas ovaladas de unos
4 x 2, 5 x 2 cm; cada uno con su epidídimo adheridos al borde posterior del testículo
y en conexión con la red testis que los comunica con los
túbulos seminíferos. Todos estos elementos están contenidos en las bolsas, cuya
función principal no solo es contener las gónadas masculinas, sino que con las
diferentes capas que entran en su constitución, cumplen un papel
termorregulador para dar una temperatura más baja que el resto del cuerpo, para
que dichos testículos lleven a cabo sus funciones en la formación de los
espermatozoides a partir de las espermatogonias y los eleven, durante el coito
por estimulación sexual.
El pene, según Freud , es el
órgano ejecutor de la sexualidad en el varón. Se halla constituido por un
glande, un cuerpo y una base, y en su constitución hay un tejido eréctil que
abarca 3 cilindros paralelos entre ellos: 2 cuerpos cavernosos situados
lateralmente, y el cuerpo esponjoso que es atravesado por la uretra y en su
extremo anterior, al dilatarse constituye el glande.
La anatomía femenina está constituida por órganos
internos y externos. Los internos son el útero y los ovarios, con las trompas
uterinas o de Falopio. Los externos son los labios genitales mayores y menores,
que con el clítoris y el orificio de entrada de la vagina, forman la vulva. La
vagina es un canal muscular que recibe el pene erecto durante el coito, y es el
paso obligado del feto durante el parto y el sitio donde se deposita el semen
en las relacionas sexuales, y termina en el cuello uterino o cérvix, formando
los fondos de saco vaginales.
EDUCACIÓN
SEXUAL
Aunque históricamente la tarea de instruir a los
adolescentes sobre el sexo ha sido responsabilidad de los padres, en la
práctica se ha comprobado que la comunicación paterno/filial en materia sexual
puede estar mediatizada por las inhibiciones de los padres, o por las
diferentes tensiones entre ambas generaciones. Según estudios realizados, está
demostrado que una gran mayoría de niños no reciben ninguna información sobre
materia sexual por parte de los padres.
DEFINICIÓN
DE DROGA
La OMS define como sustancia psicótropa aquellas
sustancias químicas, naturales o sintéticas con tropismo preferente sobre la
actividad mental, y que pueden ser utilizadas en la clínica o en la
experimentación. Con un criterio más restrictivo Gisbert Calabuig define
a las sustancias psicótropas como sustancias que producen dependencia y que se
absorben voluntariamente para provocarse determinadas sensaciones o estados
psíquicos no justificados terapéuticamente. Otros autores
definen como droga aquella sustancia que proporciona bienestar, estupor o
euforia, y que de ordinario origina dependencia (física o psíquica), con los
consiguientes cambios en el comportamiento.9
El efecto psicológico tipo placebo de las
sustancias psicótropas o drogas, en lo que a la esfera afrodisíaca se refiere,
que aunque no está probado, exacerba la fantasía del sujeto al respecto dándole
puntos en la “competencia sexual del fin de semana”, es una de las causas del
incremento del uso de estimulantes anfetaminoides que paulatinamente se han ido
decantando hacia los aparentes anfetaminoides light, como el
éxtasis o drogas disco, cuya fabricación se sitúa en el norte de
Europa.
Las drogas pueden influir de 3 maneras sobre la
actividad sexual: pueden afectar el deseo, la excitación y el orgasmo. Algunas
de ellas tienen un efecto claro sobre la mente de las personas que las toman,
de modo que el deseo sexual se ve modificado. Muchas drogas reducen el deseo
sexual, pero algunas de ellas parecen incrementarlo, en otras palabras, actúan
como afrodisíacos; sin embargo, el hecho de que una droga aumente el deseo
sexual de una persona no significa necesariamente que mejore su actuación
sexual o su placer.
La excitación sexual es observable porque provoca
la erección del pene en el hombre, la falta de excitación produce impotencia, y
puesto que esta condición puede ser medida con relativa facilidad, existe una
profusa información acerca de las drogas que provocan o no impotencia.
Con respecto a los efectos de las drogas sobre el
mecanismo de excitación de la mujer, existe una información notablemente menor.
Tanto en el hombre como en la mujer la excitación sexual es necesaria antes de
que se produzca el orgasmo, de modo que la falta de excitación supondrá
inevitablemente una interferencia en la respuesta sexual normal.
QUÍMICA
CORPORAL Y DROGA
La respuesta sexual, como toda conducta, es
promovida por el sistema nervioso, el cual emplea productos químicos conocidos
como neurotransmisores que sirven para trasmitir sus mensajes. Si una droga
interfiere el paso de estas sustancias transmisoras, los mensajes normales se
verán distorsionados y la conducta se alterará; en concreto, los efectos
químicos de algunas drogas inciden directamente sobre el cerebro, modificando
el funcionamiento de los centros reguladores de la sexualidad, mientras que
otras sustancias lo hacen sobre los centros nerviosos periféricos que controlan
la actividad de los órganos genitales.
También debe anotarse que algunos compuestos
químicos afectan el área sexual del individuo, mientras otros producen una
intoxicación general del organismo que accionará subsidiariamente sobre la
sexualidad. En cualquier caso, el efecto de una droga sobre la conducta sexual
debe entenderse como la intervención de un elemento dentro de un sistema
psicosomático altamente complejo, por eso resulta difícil valorar exactamente
los efectos de cada sustancia sobre el organismo humano.
La respuesta sexual del organismo ante los
estímulos eróticos está dada por mecanismos polinérgicos del sistema nervioso
que trabajan liberando un trasmisor químico llamado acetilcolina, de modo que
las drogas anticolinérgicas
Ciertas drogas pueden afectar también la actividad
sexual al interferir en el orgasmo del hombre. Los nervios adrenérgicos son los
responsables del orgasmo, y actúan liberando pequeñas cantidades de un producto
químico similar a la adrenalina, por tanto, cualquier droga que actúe
bloqueando estos nervios puede afectar la capacidad del organismo del individuo (tablas
1 y 2).
TABLA 1. Efectos
de las drogas sobre el cerebro y la actuación sexual
Efectos
|
Drogas
|
Actuación
|
Sedantes
|
Alcohol y barbitúricos
|
Depresión del sistema nervioso central
|
Narcóticos
|
Heroína, morfina, codeína y metadona
|
Depresión del sistema nervioso central, depresión de los centros
sexuales
|
Anti andrógenos
|
Estrógenos, esteroides, adrenalínicos y cortisona
|
Anulación de los efectos de los andrógenos en los centros sexuales
cerebrales
|
TABLA 2. Posibles
efectos negativos sobre la libido
Drogas
|
Efectos
|
Anticolinérgicas
|
No afectan la libido pero pueden ser causa de impotencia
|
Anti adrenérgicas
|
Pueden disminuir la libido y la erección
|
EL
SISTEMA LÍMBICO
El sistema límbico, donde la mente inconsciente
ejerce su dominio, está situado en el interior del cerebro y guarda aún muchos
misterios. El sistema límbico ayuda a unir el sentimiento, el pensamiento, la
memoria y el presente, todo ello gobernado por el placer o el dolor. Tiene en
total 8 zonas con diferentes funciones, como se muestra en la tabla 3. Las
drogas que estimulan una función pueden deprimir otra.
TABLA 3. Sistema
límbico
Zona
|
Acción
|
1
|
Agresión, temor, sexo
|
2
|
Relaciona el pasado y el presente
|
3
|
Memoria
|
4
|
Centro de placer
|
5
|
Elimina los estímulos innecesarios
|
6
|
Lleva los mensajes
|
7
|
Sistema de información
|
8
|
Estación de relevos para el cerebro
|
TRANQUILIZANTES
Y SOMNÍFEROS
El efecto principal de los tranquilizantes y las
píldoras para dormir, es reducir la ansiedad de una persona y tranquilizar su
mente. Las drogas más utilizadas son las del grupo de las benzodiacepinas, como
el diazepam, el clorodiacepóxido y el nitrazepam.
Ocasionalmente los problemas sexuales suelen ser el
resultado de la ansiedad o la tensión que pueden bloquear la excitación o el
orgasmo, y bajo estas circunstancias algunas personas han descubierto que una
pequeña dosis de benzodiacepinas les ayuda a reducir el estrés y pueden mejorar
la respuesta sexual. Por otra parte, se sabe que estas drogas no tienen un
efecto especial sobre las respuesta sexual, a menos que se las tome en grandes
dosis, en este caso el interés sexual decrece automáticamente.
TRANQUILIZANTES
MAYORES
Otro grupo de tranquilizantes que se administran
más raramente son los pertenecientes al grupo de las fenotiazinas. A veces se
las denomina tranquilizantes mayores para diferenciarlos de las
benzodiacepinas, llamados a menudo tranquilizantes menores. Una función de las
fenotiazinas, como la clorpromazina y la proclorperazina, es tratar las
perturbaciones mentales graves, especialmente la esquizofrenia. Las personas
que padecen esquizofrenia presentan a menudo respuestas sexuales anormales y
reprimidas como parte de sus trastornos, los que mejoran si el tratamiento
general tiene éxito. Pero las fenotiazinas no mejoran la respuesta sexual de
alguien que no sufra de esquizofrenia.
Una droga de este tipo llamada tioridazina puede
producir ciertos trastornos en la eyaculación, en pequeñas dosis la tioridazina
puede retardarla, por lo que se ha empleado para tratar a individuos que
padecían eyaculación precoz con discutible éxito.
ANTIDEPRESIVOS
Una persona que esté gravemente deprimida perderá
inevitablemente el interés por el sexo, por lo que el tratamiento con
antidepresivos como la imipramina, la dotiepina y la amitriptilina pueden
ayudar a reducir la depresión, y por ende, aumentar la capacidad de respuesta
sexual. Lamentablemente cuando se administran en grandes dosis, los
antidepresivos afectan las respuestas colinérgicas, y por tanto, la fase de
excitación puede verse anulada, provocando también impotencia en el hombre.
HORMONAS
SINTÉTICAS
Las hormonas son mensajeras químicas que son
liberadas por ciertas glándulas en el torrente sanguíneo y controlan numerosas
funciones orgánicas. El estrógeno, la hormona femenina, ayuda a controlar la
actividad de los órganos sexuales de la mujer mientras que las hormonas
sexuales masculinas, como la testosterona, regulan la actividad de los órganos
sexuales del hombre. Actualmente pueden fabricarse de forma sintética muchas
drogas que tienen efectos idénticos a los de las hormonas orgánicas.
Ocasionalmente, algún problema en las glándulas que
segregan las hormonas sexuales puede provocar un descenso en su producción,
determinando a su vez, algunas disfunciones en los órganos que ellas regulan.
En estos casos puede ser conveniente la administración de hormonas sintéticas
sustitutivas, de modo que si un hombre presenta impotencia porque dispone de un
bajo nivel de testosterona en sangre, la administración de dicha hormona
sintética podrá tener efectos correctores. La testosterona o cualquier otra
hormona no debe administrarse sin vigilancia médica, debido a que si su dosis
no es acertada puede tener graves efectos secundarios.
HORMONAS
MASCULINAS EN MUJERES
Los andrógenos, grupo de las hormonas sexuales
masculinas, son compuestos químicos que actúan simultáneamente sobre los
núcleos sexuales del cerebro y sobre los órganos genitales. Son las únicas
sustancias con poderes afrodisíacos comprobados, tanto en un sexo como en el
otro, produciendo un aumento del impulso y deseo sexual, especialmente la
testosterona. Una de las hormonas andrógenas, se utiliza en algunos casos para
combatir la frigidez femenina, aun tratándose de una hormona esencialmente
masculina; sin embargo, sus efectos secundarios al promover los caracteres
sexuales masculinos, limitan mucho su empleo terapéutico en la mujer. Esta
aplicación en el varón, también tiene cortapisas, al exacerbar el cáncer de
próstata y favorecer alteraciones cardiovasculares y cerebrales.10
L-DOPA
En los últimos años se ha producido un interés por
una droga que ha sido empleada para tratar la enfermedad de Parkinson, esta
droga se denomina L-dopa, y se conoce un notable aumento del impulso sexual en
aquellos pacientes que estaban siendo tratados con ella. Por desgracia, los
efectos beneficiosos de la L-dopa no parecen tener una larga duración, y la
droga provoca a veces desagradables efectos secundarios. No existe una
evidencia clara de que mejore la respuesta sexual en general.
LAS
DROGAS MÁS USADAS Y EL SEXO
Tabaco
No está claro si el tabaco tiene efecto sobre el
funcionamiento sexual. En algunos casos esporádicos se ha informado de jóvenes
fumadores con problemas de erección, y en los que el cese en la conducta de
fumar produjo una rápida recuperación de su disfunción. La asociación entre el
tabaco y la arteriosclerosis está bien establecida, y así mismo que esta tiene
efectos importantes de menoscabo de la respuesta de erección, por lo que a
largo plazo los efectos del tabaco pueden estimarse como negativos. Uno de los
aspectos que con frecuencia se constatan en la clínica es la queja de algunas
personas de que el mal aliento (halitosis) de su pareja disminuye su libido, o
incluso, llega a producir un cierto rechazo de la situación. Es bien sabido que
la nicotina reduce el flujo de la sangre a través de las arterias, lo que puede
dificultar en cierta medida alguna de las manifestaciones de la respuesta
sexual del organismo, los fumadores producen un número mayor de espermatozoides
anormales en el semen.
OPIO,
HEROÍNA Y OPIÁCEOS
Desde épocas remotas, el alcohol, el opio y otras
sustancias de este género, se han utilizado para obtener una alteración de los
estados de conciencia y distorsionar el sentido de la realidad, y por ello los
habitantes de la India y Siberia, ingerían hongos alucinógenos. Según
testimonios de Colón, los caribes empleaban un tabaco en polvo
llamado cohoba que los conducía a un estado de arrobamiento y
les provocaba alucinaciones visuales. A través de los siglos, los indígenas de
México han consumido el peyote, el ololiuhqui y otras plantas psicomiméticas,
por lo común en el transcurso de las ceremonias religiosas. El opio, que ya era
conocido en tiempos de Teofrasto, ha sido empleado a través de los
siglos por sus propiedades analgésicas y por su virtud de inducir estados
oníricos. Otras sustancias han sido utilizadas por el hombre en un intento de
trascender la realidad inmediata, para perderse en el mundo de los sueños.
Últimamente se ha popularizado la creencia de que
estas sustancias provocan una estimulación en la actividad sexual o incrementan
la habilidad personal en este terreno. En todas las épocas, han aparecido
sustancias con pretendidos poderes afrodisíacos; pero los médicos hemos
observado que muchas de esas sustancias, más que excitantes, son poderosos
inhibidores de la actividad y de la función sexual.
Los efectos de los opiáceos en el hombre son: las
alteraciones del interés sexual, el retraso en la eyaculación y el fracaso en
la erección; y en la mujer: la alteración en el interés sexual. Estos problemas
pueden ser el reflejo de la debilidad, de la depresión y del estilo de vida
caótico de muchos drogadictos, con incremento de infecciones, una deficiente
alimentación, etcétera.
Las alteraciones hormonales también podrían actuar
como un factor importante. Por ejemplo, se han encontrado niveles reducidos de
testosterona en plasma en adictos, en comparación a los no adictos. Tanto
la heroína como la morfina parecen generar múltiples trastornos sexuales.
Algunos autores comentan cómo el propio efecto de la acción de la heroína, que
los adictos señalan que es mucho más placentero, intenso y fácil de obtener que
un orgasmo (muchos manifiestan que se experimenta una sensación como de una
oleada de orgasmos de una sola vez), sustituye en los adictos a la propia
respuesta sexual.
Aunque el uso de la heroína y derivados del opio
puede dar lugar a fantasías sexuales, el grado de excitación y la frecuencia
del orgasmo disminuyen debido a los efectos depresores que estas drogas tienen
sobre el sistema nervioso. En un estudio de 100 adictos a la heroína (hombres),
el 61 % afirmó que el impulso sexual había disminuido y el 39 % afirmo ser
impotente, no sintiendo ningún interés por el sexo.
MARIHUANA
La marihuana, al igual que el alcohol, tiene efectos
depresores, y las consideraciones sobre sus efectos de relajación física y
mental y el sentimiento de bienestar, probablemente provengan del mismo tipo de
desinhibición que produce el alcohol. Quizá por esto algunas personas hablan de
la utilidad de la marihuana para enfrentarse a la ansiedad asociada a
situaciones relacionadas con la conducta sexual. La desinhibición permite
obviar los prejuicios sociales y los tabúes personales.
Está comprobado que como efectos inmediatos ayuda
en la desinhibición, relaja y produce sensación de bienestar, aumenta la
sensibilidad táctil y distorsiona la realidad, por lo que impide realizar
actividades de concentración y coordinación motora.
Su consumo frecuente, reduce los niveles de testosterona y puede causar disminución en la producción de espermatozoides. Igualmente disminuye el deseo sexual y provoca disfunción eréctil. Los efectos de expectativas y sugestionabilidad de quien la consume, lo mismo que el alcohol, pueden ser muy importantes. Un consumo persistente suele concluir con un desinterés por el sexo.
Su consumo frecuente, reduce los niveles de testosterona y puede causar disminución en la producción de espermatozoides. Igualmente disminuye el deseo sexual y provoca disfunción eréctil. Los efectos de expectativas y sugestionabilidad de quien la consume, lo mismo que el alcohol, pueden ser muy importantes. Un consumo persistente suele concluir con un desinterés por el sexo.
En algunos casos se informa, en mujeres, de
disminución de la lubricación vaginal, lo que en ocasiones hace el coito
doloroso. Entre los efectos a largo plazo, la mayoría de los autores están de
acuerdo en que la marihuana inhibe la producción de hormonas masculinas, en el
mismo grado que lo hacen el alcohol o los opiáceos; se ha visto una reducción
en la producción de esperma, a la vez que un mayor número de espermatozoides
anómalos; evidencia (procedente de experimentación animal) que suprime la
ovulación y facilita irregularidades en el ciclo menstrual, además de
alteraciones hormonales, aunque parece reversible; como también a dosis altas
puede producir alteraciones graves en el embrión, retardo del desarrollo fetal
y aumento de la probabilidad de aborto espontáneo, pues atraviesa la barrera
placentaria y es posible que dé lugar a efectos en el feto no identificados
aún. En estudios de laboratorio, no centrados en la respuesta sexual, se ha
encontrado que la marihuana reduce las sensaciones táctiles y alarga mucho el
tiempo de los reflejos, lo que indica hasta qué punto sus efectos fisiológicos
pueden ser contrarios a los anteriormente señalados.
COCAÍNA
Es un alcaloide natural que se extrae de la hoja de
la planta Erithroxilum coca , nombre científico de la coca. Constituye
un producto natural del sub trópico en los países del sur como Bolivia, y se
presenta en estado silvestre o en cultivos agrícolas, cuya antigüedad se
remonta a la historia precolombina. Su mecanismo de acción
está en relación con la inhibición de la re captación de aminas biógenas como
la adrenalina, la noradrenalina, la dopamina y la serotonina,
estimulando con ello el SNC. En el mercado clandestino existen por lo general 2
tipos de cocaína: el clorhidrato de cocaína y el crack. Es quizá
una de las sustancias que tiene más fama de ser capaz de aumentar la excitación
y la respuesta sexual; pero, si bien es cierto que se cita con frecuencia a la
cocaína como un fuerte estimulante sexual, también se sabe que provoca
disfunciones sexuales.
Kolodny,
observó que el 17 % de los 168 cocainómanos de su muestra presentaba
disfunciones eréctiles cuando consumía coca, y el 4 % había padecido priapismo
(erección mantenida y dolorosa) al menos 1 vez inmediatamente después de
consumir coca. Otros autores confirman la aparición de disfunciones eréctiles
en el hombre, así como un importante menoscabo en el interés sexual e
impotencia situacional. El hecho de que algunos consumidores la utilicen y crean
que frotar la punta del clítoris con coca aumenta la sensibilidad y excitación
sexual de la mujer es sorprendente, dado el hecho de que la cocaína es un
potente anestésico local. Es evidente la importancia de las
expectativas o sugestiones en este campo.
La cocaína, que estimula el SNC, puede facilitar
una transmisión más eficiente de los mensajes nerviosos. Sus efectos eufóricos
pueden cambiar la percepción de uno mismo y de las propias experiencias o
interacciones sexuales. Pero, por otra parte, tras los momentos de euforia
aparece la caída a momentos de depresión. El uso prolongado de la cocaína puede
producir un deterioro del SNC que basta para disminuir el funcionamiento
sexual.
ESTEROIDES
Son usados para aumentar la virilidad, pero después
de consumirlos por algún tiempo lo que ocasionan son el aumento del tamaño de
la próstata y la disminución del tamaño de los testículos.
ANFETAMINAS
Y DROGAS DE DISEÑO TIPO ANFETAMÍNICO
Las anfetaminas (conocidas también como elevadoras
o de velocidad), son drogas estimulantes que en pequeñas dosis pueden provocar
una sensación de exaltación, por lo que algunos adictos, especialmente las
mujeres, informan de un incremento en su deseo sexual, pero tomadas en dosis
mayores o si se ingieren normalmente, las anfetaminas reducen la excitación y
disminuyen la respuesta sexual. Algo similar ocurre con sus
derivados o anfetaminas de síntesis. Entre ellas tenemos la metanfetamina o
speed , MDA o droga del amor, MDMA o éxtasis, MDEA o
Netil, MDA o Eva. Se consumen habitualmente en forma de tabletas,
pero pueden ser esnifadas o inyectadas por vía endovenosa y hasta fumada en
forma de cristales.
La conocida como speed aumenta la
liberación de dopamina, y al consumirla frecuentemente ocasiona la disminución
del deseo sexual, y en los hombres, provoca trastornos eyaculatorios, y en la
mujer, anorgasmia. El éxtasis, por su parte, ocasiona un aumento en
la liberación de serotonina, y a corto plazo trae consigo problemas neuronales,
disminución de la líbido y de la respuesta sexual. Hay muchos autores que
niegan el posible efecto afrodisíaco del MDMA. Si bien en todos los casos es
evidente que favorece la comunicación interpersonal, según los estudios
de Buffum (1986) no actúan aumentando el deseo sexual, la
excitación o receptividad, ni su empleo se acompaña de incremento del deseo de
iniciar una actividad sexual, sino que en varones se dificulta el orgasmo y se
disminuye la capacidad de erección.
NITRITO
DE AMILO
Denominado poppers en los
ambientes gay, esta droga ha cosechado una
enorme reputación (injustificada) como afrodisíaco, especialmente en los
hombres homosexuales. Su reputación se originó en el círculo de homosexuales
porque relaja la musculatura del ano haciendo más fácil la penetración del
pene, pero esta droga no puede considerarse afrodisíaca y su uso puede ser muy
peligroso. En algunos casos ha provocado ataques cardiacos, y como efectos
secundarios más comunes se incluyen los vahídos, los ataques de migrañas, las
náuseas y la debilidad muscular. Se consume inhalado, y de
esta manera se retrasa la eyaculación, pero su uso continuo acarrea problemas
coronarios y de presión arterial, con repercusión negativa en la sexualidad.
LSD
Dietilamida del ácido lisérgico. Es una droga con
acción fundamentalmente alucinógena. Se consume por vía oral, y viene preparado
en forma de papel secante o sellos. Debido a las alucinaciones que produce, la
experiencia sexual es confusa y difusa. Su uso continuo provoca ansiedad,
pánico y repetición de los primeros efectos, lo que afecta la sexualidad. En
las mujeres embarazadas aumenta el riesgo de malformaciones congénitas en el
feto.
ALCOHOL
Tiene efectos depresores y de relajación física y
mental, así como sentimiento de bienestar por la desinhibición que produce. De
ahí que algunas personas lo relacionen con lo útil para enfrentar la ansiedad
asociada a situaciones relacionadas con la conducta sexual, pues la
desinhibición les permite obviar los prejuicios sociales y los tabúes
personales. En dosis altas retarda el proceso de excitación,
ocasiona pérdida de coordinación, y en consumo frecuente bloquea la respuesta
sexual y provoca impotencia. Es la única droga de uso
legal, considerada “droga modelo” o “droga portera,” que llega también a
producir dependencia psíquica, física, tolerancia, abstinencia, y cuyo uso
crónico provoca deterioro físico, psíquico y social, progresivo e incurable
(aunque tratable y controlable), así como demencia en casos de uso crónico y
sin control. Es la drogadicción más generalizada y abre las puertas al consumo
de otras drogas.
En una investigación sobre consumo de sustancias
tóxicas en estudiantes de medicina de Ciudad de La Habana, se reporta que se
encontró presente en el 78,7 % de los internos encuestados, y se refirió como
motivación principal para el consumo, la relacionada con la búsqueda de
“experiencias agradables”. Otro estudio similar en una
población homóloga muestra un 71,9 %, mientras que otros autores señalan que el
70 % de la población mundial mayor de 16 años consume alcohol en alguna
cantidad. Un estudio realizado en Madrid reportó que uno
de los hábitos más generalizados en la población universitaria es el de beber
alcohol, aunque son menos de la 4ta. Parte de la muestra quienes lo consumen.
CONSIDERACIONES
FINALES
La última revolución sexual ha encontrado un tiempo
y modus vivendi exponenciales de esta tendencia a la saturación y a la
ansiedad. La oferta y la demanda, la competencia desquiciada y el consumo
urgente, han extendido sus preceptos a la forma de entender el sexo. Esta
última revolución sexual se ha encontrado que el sexo está ya inventado, pero a
la vez, hay que ofrecer algo nuevo, seguir vendiendo. Y así es que, para
reinventar el sexo, alguien se ha acordado de la droga, y contrario a lo que se
piensa, las drogas no ayudan en las relaciones sexuales sino que ocasionan
trastornos en general y problemas de disfunción que pueden ser permanentes de
acuerdo con lo reportado en la literatura revisada.
El desconocimiento de las posibles consecuencias
para la salud es un elemento que prima en los que utilizan las drogas para
satisfacción sexual, por lo que consideramos oportuno resaltar que los efectos
de las drogas en la sexualidad femenina y masculina son altamente peligrosos,
ya que pueden causar daños irreversibles y lamentables en cada persona, como se
evidencia de acuerdo con lo reportado por diferentes autores.
Se encontró como los principales efectos de las
drogas en la sexualidad femenina están dados por la alteración del ciclo
menstrual, y por tanto, por trastornos en la ovulación, la disminución del
deseo sexual, la anorgasmia, la disminución de la lubricación vaginal, el
bloqueo de la respuesta sexual, la disfunción sexual, y la infertilidad.
En el caso del sexo masculino se identificó como principales
efectos de las drogas la disminución de los niveles de testosterona, la
disminución en la producción de espermatozoides, la disfunción eréctil, la
disminución del deseo sexual, la impotencia, la infertilidad, el aumento del
tamaño de la próstata en caso de uso de esteroides, el retardo en la
eyaculación, así como también la disfunción sexual.
Las opiniones diferentes hacia la sexualidad
humana, no pueden conducir a la aceptación del uso de drogas.
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