Artículos extraídos del Internet.
Las 7 razones por las que mienten los adictos.
Es una realidad: Los adictos suelen mentir. Pero no
solo a los demás, ya sean solo conocidos o incluso amigos, sino que se engañan
a sí mismos con tal de continuar su modus vivendi llegando afirmando cosas que
se nota a kilómetros que no podría ser cierto. Pero hay varias razones lógicas para que suceda esto.
1. Mienten para proteger su adicción
Como es normal, un adicto hará y dirá cualquier
cosa para mantener su adicción si no han reconocido previamente (y de verdad)
que lo que están viviendo es un problema que les hará daño a ellos y a su
entorno. Su lógica es simple: Necesito drogas, y necesito mentir para mantener
a los demás fuera de mi camino y poder continuar usando las drogas.
Por tanto, de esta manera la mentira funciona como
un instinto de auto-preservación. Nada ni nadie afectará a su adicción a las
drogas, y la mentira consigue que esto siga así.
2. Mienten para evitar enfrentarse a la realidad
Puede que conozcáis casos así. La adicción acaba
consumiendo la vida y el mundo del adicto, haciéndole irreconocible para él
mismo o para su entorno. Como la realidad y la verdad les supera y adaptarse a
ella es doloroso, e incluso parece imposible, el adicto construye una nueva
realidad donde las drogas no son un problema sino una solución, donde todo en
su vida va bien.
Muchas veces afirman haber dejado de consumir hace
muchísimo tiempo o haber conseguido un trabajo, cuando la realidad es que
apenas hace unas horas del último consumo y su vida va de mal en peor
económicamente hablando (¿Os suena Jesse en Breaking Bad? Es un gran ejemplo de
este punto).
3. Mienten para evitar la confrontación
Por otra parte, los familiares y seres queridos de
los individuos adictos no suelen quedarse de brazos cruzados, sino más bien
todo lo contrario. Les hacen preguntas, se enfadan con ellos y acaban surgiendo
cuestiones del estilo “Si me quieres, ¿por qué haces cosas que me hacen daño?”.
Delante de estas confrontaciones, el estrés acaba siendo abrumador para el
adicto.
Sin tener unas habilidades de confrontación
adecuadas, los adictos acaban haciendo o diciendo lo que sea necesario para
evitar nuevas discusiones o para evitar enfados o tristeza por parte de sus
seres queridos; o simplemente pueden ponerse a la defensiva, desviando la
atención. La mentira juega un papel crucial en todos estos procesos.
4. Mienten por encontrarse en una etapa de negación
Aunque la evidencia dicta lo contrario, el período
de negación obliga al adicto a mentir, a repudiar su problema e ignorar las
consecuencias que pueden desprenderse de su comportamiento. Sin embargo, aunque
la negación puede tener una función protectora valiosa permitiendo a las
personas procesar la información y llegar a un acuerdo final, en la adicción se
puede convertir en un período dominante.
Un ejemplo es que el adicto puede acabar viendo a
sus seres queridos como enemigos y auto afirmarse en que la adicción no solo es
aceptable, sino necesaria para su vida. También puede acabar usando armas como
la racionalización, la proyección o la intelectualización con tal de continuar
la adicción.
5. Mienten porque creen que son diferentes
La típica frase de “controlo la situación, puedo
dejarlo cuando quiera” no solo es un tópico, sino que llega a ser un pilar
básico de la adicción. Por ello, los adictos pueden llegar a reconocer que las
drogas son un problema, pero desean seguir consumiendo, y se auto convencen de
que ellos serán una excepción a la regla y podrán manejar la situación, por lo
que creen que pueden comportarse de manera diferente a los demás y continuar
con su vida.
6. Mienten porque se sienten avergonzados
En los momentos de sobriedad, los adictos pueden
llegar a darse cuenta realmente de su problema y sentirse terriblemente
avergonzados y arrepentidos.
Sin embargo, no son capaces de controlar sus
emociones, y la única forma que conocen de hacer frente a los problemas es
justamente el uso de las drogas. Es un círculo vicioso (nunca mejor dicho).
7. Mienten porque pueden
Finalmente, hay adictos que llegan a un punto donde
sus seres queridos coinciden con la negación del mismo adicto y hacen la vista
gorda delante de sus comportamientos, incluso defendiéndoles, ya que reconocer
la verdad es demasiado doloroso para ellos o porque ya han aguantado tanto
sufrimiento que no tolerarían más.
Por ello, cuando los seres queridos del adicto
llegan al punto de pensar que las mentiras de este son aceptables, ayudan a
perpetuar la adicción.
CARACTERÍSTICAS DE UNA PERSONA ADICTA
1 - Sufre
de un trastorno de personalidad, del que la adicción es un síntoma.
2 - No
acepta ser adicto. No reconoce que necesita ayuda. Niega sus problemas.
3 - Vive
en una su cultura entre otros drogadictos (usa un lenguaje típico para
comunicarse)
4 - Es una
persona de inteligencia promedio o más (en su mayoría)
5 - Tiene
conflictos con la autoridad. La rechaza
6 - Es
egocéntrico e individualista. No se preocupa por los demás (él es el sol y los
demás giran alrededor de él)
7 - Distingue
entre el bien y el mal, no es un loco, pero cuando actúa lo hace mal.
8 - Tiene
pobres controles internos
9 - Es
inconsciente. No persevera. Empieza las cosas y no las termina. No tolera la
rutina.
10 - Vive el
presente. Es un niño. Quiere las cosas cuando las pide y no puede esperar.
11 - No
planifica en base a la realidad que tiene (se casa sin tener trabajo, compra
carro nuevo aunque no tenga con que pagarlo).
12 - Es
manipulador, quiere siempre salirse con la suya. Quiere las cosas como y cuando
él dice.
13 - Es
inmaduro, ansioso, inseguro.
14 - Le
gusta vestir y calzar bien aunque no trabaje.
15 - No
aprende de sus experiencias, ni de las de los demás
16 - Es
irresponsable en grado óptimo, difícil de manejar. Quiere un carro y se lo roba
(la persona normal planifica, economiza, hace préstamos y los paga)
17 - Tiene
nivel de frustraciones y tolerancia baja.
18 - Su
autoestima es muy baja.
19 - Carece
de introspección (Los demás tienen la culpa de los que sucede)
20 - Es vago.
No le gusta trabajar. Le gusta la vida fácil. No está dispuesto a sacrificarse.
21 - Manifiesta
una constante inestabilidad en el trabajo. Cambia mucha.
22 - Carece
de remordimiento y sentido de culpa. A veces siente arrepentimiento pero no le dura
mucho.
23 - Le
gusta hacer promesas que no cumple.
24 - Presenta
embotamiento afectivo. No siente amor por nadie, ni por el mismo. Se le hace
difícil recibir amor.
25 - Es
desconsiderado. Justifica su conducta. Siempre les echa la culpa a los demás,
lo persiguen los demás.
26 - Es
mentiroso, se cree el mismo sus mentiras.
27 - Tiene
ambiciones desmedidas, no a tono con su situación. Quiere ganar dinero, aunque
no tenga ningún oficio o destreza (Sí lo tiene no se destaca por su
irresponsabilidad)
28 - Tiene
una gran capacidad para seducir, para agradar.
29 - No se
conforma nunca con lo que tiene (Mientras más se le da más quiere)
30 - Muchos
tienen identificación pobre con su propio yo.
31 - Tiene
conflictos con el sexo opuesto (Ve el sexo opuesto como un objeto que utiliza
cuando más le conviene).
32 - Tiene
un concepto pobre de su hombría (Para ellos el machismo impera). El más macho
es el que más droga consume, el que conquista más mujeres, el que engaña más.
33 - Trata
de modificar el mundo de acuerdo a sus intereses. El tratamiento debe ser como
ellos dicen.
34 - Es
desconfiado por excelencia.
35 - Normalmente
se siente rechazado, perseguido, inferior, inadecuado.
36 - A veces
se torna irracional, negativo, hostil, manipulador, superior al terapeuta en
conocimiento sobre la adicción.
37 - Es
rechazado por su conducta no por su persona.
38 - Puede
controlar su vida si se lo propone.
39 - Puede
modificar su conducta y cambiar sus actitudes: reeducarse.
PRINCIPIOS DE LAS RELACIONES INTERPERSONALES
1 - Reconocer
las maneras de sentir de las otras personas.
2 - Reconocer
nuestra propia manera de sentir.
3 - Tender
el puente de la relación, iniciando uno mismo con la parte que le corresponde
para así invitar al otro a hacer lo mismo.
4 - Buscar
conjuntamente el porqué del comportamiento de la persona que solicita la ayuda.
5 - Descubrir
y hacer uso de las potencialidades del individuo.
6 - Tener
el interés y la buena intención de ayudar.
7 - Dar
apoyo o sostén emocional y reconocimiento sincero.
8 - Respetar
los derechos a la libre determinación.
9 - Ofrecer
alternativas para la solución de los problemas.
10 - No
hacer promesas que no se puedan cumplir.
LOS DIEZ MANDAMIENTOS DE LAS RELACIONES HUMANAS
1 - Comunícate
con la gente. Saluda placenteramente. No hay nada más agradable que un saludo
cordial.
2 - Sonríe
con la gente. Se usan 65 músculos de la cara para fruncir el entrecejo, pero
solo 14 para sonreír.
3 - Llama
a os demás por su nombre. La música más dulce a los oídos de todos es el sonido
de nuestro propio nombre.
4 - Sé
amigable y servicial. Los demás corresponderán de la misma manera.
5 - Se
cordial. Esto abrirá los canales de la comunicación.
6 - Interésate
sinceramente en los demás. Siempre encontraras algo que te agrade en cada una
de las personas que trates.
7 - Se
generoso en el elogio, prudente en la crítica.
8 - Ten en
cuenta los sentimientos de los demás. Lo apreciaran mucho.
9 - Considera
la opinión de los demás. Hay tres puntos de vista en los asuntos controversias:
el tuyo, el de la otra persona y el correcto.
10 - Deberás
estar aleta para servir. Lo que más cuenta en la vida es aquello que hacemos
por los demás.
Testimonio de un enfermo adicto a las drogas.
Hola mi nombre es Lorena, tengo 20 años de edad,
vengo de una familia disfuncional, tengo 4 hermanos.
Recuerdo que en mi infancia mi relación con mis
hermanas y padres era muy unida, ya que convivíamos y nos divertíamos en
familia. Cuando tenía la edad de 10 años aproximadamente le detectaron un
problema de salud a mi padre, que esto causo muchas preocupaciones por parte de
mis hermanos y mi madre, a causa de esto toda la atención fue dada a mi padre,
el cual yo me sentí rechazada por mi familia.
Yo sentía una gran soledad y rechazo, ya que no
entendía la enfermedad de mi padre, así que opte por salir a divertirme, y fue
como encontré otro tipo de vida, que fueron las drogas, alcohol y las fiestas.
Yo comencé a los 11 años a tomar, ya como a los 14 o 15 años, ya era
alcohólica, mis padres no se daban cuenta ya que ellos tenían responsabilidades
en su trabajo y cuando se dieron cuenta quisieron remediarlo con castigos, pero
ni ellos ni yo sabíamos que ya era una enfermedad, el alcohol ya no me
satisfacía mucho ya que no me hacía mucho efecto, fue entonces cuando me
ofrecieron por primera vez una tacha, la cual acepte, me gusto porque en ese
momento sentí otro tipo de satisfacción, y me gusto; ya que su efecto era
alucinógenos me sentía como si el mundo fuera mío y me olvidaba en ese instante
de todos los problemas, probé la mota, cocaína, inhalantes, psicotrópicos,
entre otros.
El tiempo que duro esa terrible obsesión a las
drogas fue de 4 años y medio. Empecé a vender droga para saciarme, y cuando no
me bastaba o no tenia dinero, empecé a hacer algunas transacciones con tarjetas
de crédito, para tener más dinero y así poderme divertir a lo máximo. Hasta que
un día me iban a agarrar los policías y me dio miedo. En esos momentos mis
amigos me compartían la droga.
Al paso de eso, tuve a unas personas que los quise
como si fueran mis padres, que me brindaron todo su apoyo, comprensión y
estaban conmigo en las buenas y en las malas. Me dieron mucho cariño, pero no
me basto esto para dejar de drogarme, yo siempre veía por los demás y nunca por
mi, todos me daban su amor y comprensión pero yo nunca acepte nada, no aceptaba
yo el cariño de los demás, por miedo de que fuera a perderlos o me lastimaran.
A pesar de estar con mis amigos y en el ambiente de
las drogas que me gustaban, yo en el fondo sentía un gran vació y una soledad
que no comprendía que era, ahora ya sé que lo que me hacía falta era la fe,
porque el amor siempre lo tuve, y la fe en Dios nunca.
Mis padres me llevaron con algunos psiquiatras, y
psicólogos, pues mi problema no paraba, seguía con mi mal comportamiento,
agresión hacia ellos, los llegue a golpear, a mis hermanas y a otras personas.
La vida que pase alrededor de mis amigos se basaba
en puros golpes, agresiones, alcohol, drogas y diversión, así dure 4 años, ya
en los últimos meses me drogaba yo sola, sufrí por la ausencia de la droga
cuando no tenía dinero para comprarla, ya no me satisfacía la dosis que tomaba,
así que fui aumentándole, hasta llegar a un extremo de introducírmela por los
ojos.
Llego el momento en que me salí junto con mis
hermanas de mi casa, nos fuimos aun departamento de unos amigos, y recuerdo que
no teníamos dinero para comer, así que decidimos robar en una tiendita, a los
dos días llegaron por nosotras una amiga y su mama; diciendo que mi papa se había separado por un tiempo de mi mamá, la causa de esto fui yo. Las drogas me
dañaron físicamente, baje de peso, mi vista estaba ida, ya no coordinaba, ya
tenía lazos de amnesia, no comía nada que fue otro problema con mis padres.
Me trataron de ayudar mis amigos que los veía como
mis padres en ese momento, y otros amigos, ya me empezaron a decir que andaba
mal, que le bajara a mi desmadre.
Que ya tenía un problema serio. Pero yo nunca quise
ver la realidad, yo siempre decía que yo podía sola; hasta que una vez nos
reunimos esas personas y yo, y les dije que me dieran una semana para
demostrarles que no era una adicta, y no pude, aguante un día y fue todo.
Después me dijeron que si aceptaba ir con una
psicóloga para ver que grado de adicción tenía, fue un jueves a las 10:00 p.m.
que me llevaron a una casa yo pensaba que era la casa de la psicóloga, y
resulto ser el Centro de Rehabilitación "Cuenta Conmigo", yo me puse
algo agresiva, pues yo no quería quedarme, para poder seguir destruyéndome,
acepte quedarme por vergüenza de ver mis padres.
En el momento que llegue, me atendió el doctor,
psicólogas y el "PADRINO", y aun así no quería quedarme, me mantuve
aquí hasta que vi realmente que estaba enferma y que yo ya no podía sola, que
solo un adicto igual que yo podría ayudarme. Así que decidí echarle ganas, dure
tres meses en desintoxicarme, ya que había consumido una gran cantidad de
sustancias, mi internamiento era de tres meses y opte por quedarme otros 3
meses, ya que me están enseñando a vivir otra nueva vida, sin drogas y sin
alcohol, me están enseñando los valores, cosa que antes no sabía que eran, que
son disciplina, obediencia y amor.
Recupere a mi familia, aprendí a valorarla, poder
convivir con ellos, ya que antes no lo hacía, y ahí vi realmente que la vida es
hermosa. Ya que no me daba cuenta de esa gran diferencia de estar
auto destruyéndome y estar en esta nueva vida con Dios.
He aprendido muchas cosas aquí, a controlar mis
emociones, hacer más tolerante, a ser humilde, a respetar a los demás, a
aceptarme tal y como soy, y enfrentar mis problemas etc.
Este lugar era para mí una cárcel, ya que nunca
había estado encerrada, y yo nunca había estado así, me sentía muy mal. Hasta
llegue a planear escaparme, pues yo ya no aguantaba las juntas pues no me
gustaba que me dijeran mis verdades, y al tener que enfrentarme y decir mis
actos aberrantes y al tener que obedecer a la autoridad y tener que obedecer
unas reglas que jamás en mi vida, había hecho.
Otra vez tuve la decisión de quedarme más tiempo,
ya que esto me sirve como un complemento más a mi vida, lo cual me llena de
satisfacción de estar con personas que me quieren, me estima, y me ayudan a
seguir a delante, y más que eso su comprensión que es la causa de mi
enfermedad.
Yo les agradezco de todo corazón, que me han estado
ayudando en todos los aspectos, físico, emocional y espiritual. Espero que mi
experiencia les sirva de ejemplo y les pueda ayudar, a que no están solos, que
siempre en este centro de Rehabilitación "Cuenta Conmigo", tendrá las
puertas abiertas para ti, y no les dé miedo de vivir una nueva vida en compañía
de Dios.
Le doy gracias a este centro de rehabilitación y
los que contribuyen en él, a mis padres y mis hermanos y a mis amigos, por
estar conmigo y apoyarme. Gracias nuevamente, y recordarles que las drogas si
destruyen ya que podemos perder muchas cosas valiosas para nosotros como es el
amor de la familia, la fe en Dios, y principalmente nuestra vida.
Así que vive y deja vivir, sin drogas.
No destruyas las ilusiones de tu familia
GRACIAS
Os voy a contar mi historia, yo empecé a consumir cocaína
hace 4 años y 4 meses, a principios de septiembre del 2004, mi madre se estaba
muriendo de cáncer, y por circunstancias de la vida, termine en ese mundo, el
mundo de la cocaína, "mi escusa" era lo de mi madre, que no es excusa
ninguna, por que por desgracia hay mucha gente que pierde a sus madres de cáncer
y no se meten en este mundo. Empecé a consumir los fines de semana, luego empecé
a consumir algún día entre semana, y cada vez iba a mas, lo peor eran los
bajones de la cocaína, que me daba por comer, engorde muchísimo, llegue a pesar
125 kilos este verano, parecía una bola de grasa, no era yo misma, me he
intentado suicidar 3 veces, la última vez fue este verano en junio, casi lo
consigo, menos mal que mi padre llego antes de lo previsto, aparte de abrirme
las muñecas, me tome dos botes enteros de tranksilium un bote de 0.5 mg y otro
de 1mg, no lo recuerdo muy bien, era medicación que tenía de cuando mi madre
estaba enferma, me llevaron al hospital corriendo, y la doctora le dijo a mi
padre, que está viva por que la medicación estaba caducada. si no, no lo
cuento, eso constara en mi historial toda mi vida, a mediados de agosto, no recuerdo
que día de la semana fue, me desperté, y decidí dejar la cocaína y ponerme a régimen,
han pasado unos 5 meses desde entonces, y no he vuelto a tomar cocaína, la odio
y ahora, también odio a la gente que la toma, he perdido 25 kilos, vuelvo a ser
la chica simpática y agradable que era antes, de toda esta mierda, sigo
adelgazando y cada vez me siento mejor conmigo misma, soy "feliz", y
ahora me quiero mucho, 2 mese después de dejar la cocaína, le conté todo a mi
padre, porque creía que tenía derecho a saberlo, ahora estoy súper controlada,
y me alegro, solo pido que mi padre vuelva a confiar en mí. No la he echado
nunca de menos, sí que he tenido días muy malos, que me apetecía comprar 1g y metérmelo,
pero no lo he hecho, también me han ofrecido meterme alguna ralla, en el
trabajo, amigos etc... Y he dicho que no, mi vida ha cambiado tanto desde que
deje el mundo de la cocaína, mis amigos más cercanos, los que lo sabían, no se
creer que vuelva a ser yo, la chica que conocieron en el colegio o en el
instituto. Casi me arruina la vida, y me deja sin amigos. La vida me dio fuerza
de voluntad para dejarlo y remendar mis errores, lo deje yo sola sin ayuda de
nadie, ahora tengo un síndrome de abstinencia, que son temblores en las manos,
que abecés no puedo ni escribir, pero me han dicho que eso es normal y que poco
a poco se ira quitando, no sé, si alguien quiere preguntarme algo, ayuda o información.