miércoles, 26 de agosto de 2015

Las Mentiras de la Adicción

 Agradecemos la atención de Mariana Sph quién nos hiso llegar este artículo para que lo pudiéramos difundir, la traducción se llevó a cabo por el traductor ya que el original es en portugués anhelamos que les sea de gran utilidad.

Las Mentiras de la Adicción

Cuando usted tiene un trastorno causado por las drogas, la vida del adicto se convierte en un juego de supervivencia. Cada día está dedicado a ocultar los signos externos de la adicción de sus amigos, familiares y compañeros de trabajo.
Alimentar una adicción significa desarrollar un arsenal de mecanismos de defensa psicológicos. Las personas que luchan con la adicción tienen que aprender a protegerse de la realidad de su comportamiento.

Si etiqueta estas excusas de los mecanismos de defensa o mentiras, es todo sobre la racionalización de la adicción. Y, aunque no lo creas, los adictos se encuentran más a sí mismos que a los demás.

Cuando sus acciones empañada cualquier cosa que hayas tenido o siguen teniendo y puede seguir participando en este patrón de destrucción, mintiendo a sí mismo se convierte esencialmente el camino de menor resistencia.

Mentira # 1: NO ME IMPORTA sobre mi vida y no me importa si mi vicio ME MATA.
Cuando un adicto cree que la vida no tiene sentido, ya están tan obsesionados con el dolor y la tristeza que la depresión parece justificar el abuso de sustancias y el mayor uso, peor se sienten. Si sólo pudieran darse cuenta de que las drogas de abuso y / o alcohol es una de las principales barreras que les impide descubrir la existencia de vida.

MENTIRA # 2: YO SOY LA SUSTANCIA DEL USO DEL CONTROL. Puedo parar siempre que quiera.
Básicamente, la mayoría de los adictos están desesperados en busca de algún tipo de justificación y - si tan sólo pudieran convencerse de que la adicción es una elección personal - casi se siente como si estuvieran en control.

MENTIRA # 3: Yo nunca sería capaz de manejar mis problemas sin drogas o alcohol.
Cuando usted está luchando con la adicción, hasta los más pequeños problemas de la vida puede llegar a ser gigantes. Todo el mundo tiene problemas, pero lo que no nos damos cuenta es que el abuso de sustancias empeorar las cosas, y la dependencia es la mayor de sus problemas.

MENTIRA # 4: NO SOY IGUAL A ESA PERSONA. TI está en mal estado y sin duda necesita ayuda.
Adictos gusta ser comparado a los adictos como una forma de evaluar su nivel de abuso de sustancias. Mientras que hay alguien por ahí que es mucho peor, es fácil sentirse superior y justificar su comportamiento dependencia menos severa. Multitud comparación es realmente sólo un anticipo de lo que puede suceder si el dependiente no buscan ayuda profesional, y pronto.

MENTIRA # 5: Mi adicción NO AFECTA OTRA PERSONA.
Esta es, probablemente, la mentira más universal entre los drogadictos. A pesar de ver el dolor y la confusión en los rostros de sus seres queridos es más fácil negar esta realidad. En su lugar, ver amigos y miembros de la familia como enemigos, constantemente juzgar y tratar de dictar su camino en la vida. Confunden la preocupación por el control y esta mentira, es el egoísmo, que desempeña un papel tan importante en la adicción.

MENTIRA # 6: UNA VIDA SIN DROGAS Y ALCOHOL ES PLANA. LA VIDA ES MUY CORTA SER "MUECA".
Un estilo de vida libre de drogas puede ser muy atemorizante para los adictos. El proceso incluye la búsqueda de nuevos pasatiempos, nuevos amigos, nuevas formas de vivir. Esta mentira común viene de un lugar de miedo. Muchos adictos nunca se conocieron una vida social o sexual sin drogas para los adictos a la vida será muy corta si se detiene o reduce el uso y / o abuso de sustancias.

TEXTO: La traducción y adaptación de un artículo publicado por "Abuso Coalición Contra las Drogas".
Referencias a las admisiones.


viernes, 21 de agosto de 2015

Efectos del Crak

Efectos del Crack

¿Cuáles son los efectos del crack a corto plazo?
El crack causa un intenso viaje de corta duración seguido inmediatamente por lo opuesto: depresión intensa, tensión nerviosa y ansia por más droga. Los que la consumen a menudo no se alimentan ni duermen apropiadamente. Pueden experimentar un marcado incremento del ritmo cardíaco, espasmos musculares y convulsiones. La droga puede hacer que la gente se sienta paranoica, 1 enojada, hostil y ansiosa, incluso cuando no están bajo su influencia.
Sin tener en cuenta lo que se consuma de la droga o con qué frecuencia, el crack incrementa el riesgo de que el consumidor experimente un infarto, derrame cerebral, ataques o insuficiencia respiratoria; cualquiera de las cuales puede resultar en una muerte súbita.
Fumar crack además presenta una serie de riesgos para la salud. El crack está comúnmente mezclado con otras sustancias que crean gases tóxicos cuando se queman. Como el humo del crack no permanece potente por mucho tiempo, las pipas de crack son generalmente muy cortas. Esto causa a menudo que se partan los labios y ampollas conocidas como “labio de crack” porque los consumidores presionan una pipa muy caliente entre sus labios.
“Lo único que estaba en mi mente era el crack. Y si alguien te ofrece un poco, saltas y lo tomas. Es como ofrecer pan a un hombre hambriento que caminó por muchos kilómetros…
“Las cosas llegaron a un punto crítico para mí cuando había estado fumando constantemente un par de semanas. Un día simplemente decidí que estaba harto, no podía vivir más así. Y traté de suicidarme.
Voy a tener que tratar de luchar. Espero que mis instintos de supervivencia empiecen a funcionar”. – John
¿Cuáles son los efectos del crack a largo plazo?
Además de los riesgos usuales asociados con el uso de la cocaína, los consumidores de crack pueden experimentar problemas respiratorios, incluyendo tos.
Los efectos a largo plazo del consumo de crack incluyen daños graves al corazón, hígado y riñones. Los consumidores son más propensos a padecer enfermedades infecciosas.
El consumo diario continuado causa falta de sueño y pérdida del apetito, resultando en desnutrición. Fumar crack también puede causar comportamiento agresivo y paranoia.
Debido a que el crack interfiere con la forma en que el cerebro procesa las sustancias químicas, se necesita cada vez más droga para sentirse simplemente “normal”. Las personas que se vuelven adictas al crack (como con la mayoría de las drogas) pierden interés por otras áreas de la vida.

El bajón de la droga causa una grave depresión, la cual se hace cada vez más profunda tras su consumo. Esta se puede volver tan grave que la persona hará casi cualquier cosa para obtener la droga, incluso cometer un asesinato. Y si el adicto no puede conseguir crack, la depresión puede llegar a ser tan intensa que lo puede llevar al suicidio.
“Me retiré como un ejecutivo de éxito empresarial que había pagado la universidad de sus dos hijas y había ganado la jubilación. Mi fiesta de jubilación fue, sin embargo, el comienzo de cinco años de infierno. Fue entonces cuando me invitaron a probar el crack por primera vez. Durante los siguientes cinco años, perdí mi casa, mi esposa, todos mis recursos financieros, mi salud, y casi, mi vida. También pasé dos años en prisión”.- William
Efectos Físicos y Mentales
Efectos a corto plazo
Al ser fumado, los efectos del crack son más inmediatos y más intensos que los de la cocaína en polvo.
  • Pérdida de apetito
  • Incremento del ritmo cardíaco, presión sanguínea y temperatura corporal
  • Estrechamiento de vasos sanguíneos
  • Incremento del ritmo respiratorio
  • Pupilas dilatadas
  • Patrones de sueño perturbados
  • Náuseas
  • Hiperestimulación
  • Comportamiento extraño, errático, a veces violento
  • Alucinaciones, hiperexcitabilidad, irritabilidad
  • Alucinaciones táctiles que crean la ilusión de insectos desplazándose bajo la piel
  • Euforia intensa
  • Ansiedad y paranoia
  • Depresión
  • Intensa ansiedad por tomar droga
  • Pánico y psicosis
  • Convulsiones, ataques y muerte repentina por dosis altas (incluso por una sola vez)
Efectos a largo plazo
  • Daños permanentes a los vasos sanguíneos del oído y del cerebro, presión arterial que conduce a ataques cardíacos, derrames cerebrales y la muerte
  • Daño renal, pulmonar e hígado
  • Fuertes dolores de pecho
  • Fallo respiratorio
  • Enfermedades infecciosas y abscesos si se inyecta
  • Desnutrición, pérdida de peso
  • Grave deterioro de los dientes
  • Alucinaciones auditivas y táctiles
  • Problemas sexuales, daño a los órganos reproductores e infertilidad (en hombres y mujeres)
  • Desorientación, apatía, agotamiento confuso
  • Irritabilidad y alteraciones del humor
  • Frecuencia incrementada de comportamiento peligroso
  • Delirio o psicosis
  • Depresión severa
  • Tolerancia y adicción (incluso después de consumirla sólo una vez

1.                 paranoica: sentimiento de sospecha, desconfianza o temor a los demás.

Sentimientos con los que convive un adicto

Sentimientos con los que convive un adicto


Soledad
Desvalorización.
Impotencia.
Vergüenza.
Frustración.
Humillación.
Miedo.
Defectos de carácter:
Soberbia.
Grandiosidad.
Egocentrismo.
Etc.
Estos defectos de carácter se potencian en un 100% cuando empieza a consumir y el adicto vive gobernado por ellos.

Creencias:
Uno de los problemas más grandes en el estudio de la adicción, es de que a pesar de la gran cantidad de información y estudios científicos de las últimas décadas, todavía la población general persiste en cultivar ciertos mitos acerca de la adicción, que dificultan su comprensión y tratamiento. Uno de esos mitos es de que la adicción proviene de una falla moral o de una personalidad defectuosa, y que esto es así porque el adicto es fundamentalmente “inmoral” o “malo” y merece castigo.
Es comprensible que las personas expuestas a la adicción de otros se impacten con el comportamiento totalmente ilógico del adicto, especialmente si son testigos del deterioro progresivo de un familiar o persona cercana afectivamente. Sin embargo es precisamente ese comportamiento distorsionado el que es sintomatológico de la enfermedad de la adicción.
Negación:
Por otro lado el desorden se acompaña de una defensa que el adicto hace sobre su consumo que en cierta forma va despegando de la realidad que esta viviendo. Esta enfermedad es también llamada la “enfermedad del auto engaño
Este auto engaño produce una falta de conciencia de las posibles consecuencias que volver a consumir traerá, minimizando así los costos personales y sociales.
Estos cambios se hacen de manera progresiva, el adicto es un hábil manipulador que es una de las características de la enfermedad ya que debe mentir y manipular a su entorno de manera de poder consumir y llevar adelante una vida “aparentemente funcional”. De modo que existen varias fases del proceso adictivo y en casi todas, la persona puede conservar su inteligencia y la habilidad para funcionar excepto en asuntos relacionados con su consumo.
Al decir que esta enfermedad es progresiva es necesario mencionar que en sus comienzos el adicto no sufre ninguna consecuencia por la manifestación activa de su enfermedad, es mas, el uso de drogas genera placer y bienestar, ficticio, pero con el correr del tiempo y el aumento de la ingesta de sustancias empiezan a manifestarse consecuencias en su vida. Esta también es la enfermedad de las perdidas.

Progresiva y Fatal: significa que la enfermedad persiste a lo largo del tiempo y que los cambios físicos, emocionales y sociales son frecuentemente acumulativos y progresan mientras el uso continúa. La adicción causa muerte prematura a través de sobredosis, complicaciones orgánicas que involucran al cerebro, hígado, corazón, y otros órganos, dependiendo del tipo de adicción; y contribuye a la ocurrencia de suicidios, homicidios, violencia, maltrato, violación y abuso sexual, accidentes y otros eventos traumáticos interpersonales y/o familiares.

Consecuencia y pérdidas:
Las consecuencias y pérdidas son materiales, relaciones, físicas y espirituales.
Materiales: el adicto consume grandes cantidades de sustancia diarias y necesita mucho dinero, por lo tanto muchas veces se encuentra en situaciones en las que debe vender cualquier bien.
Relaciones: familiares, amistades.
Físicas: deterioro mental, físico.
Espiritual: egoísmo, ego, desconsiderado, mentiroso, abusador, manipulador, grandioso, soberbio.

Descontrol: se refiere a la inhabilidad para limitar el uso, la duración del episodio de uso, la intensidad del uso y las consecuencias conductuales del uso.
Por lo tanto este descontrol del consumo, se presenta cuando el adicto comienza a ingerir la sustancia y produce una pérdida de control del consumo, lo que se traduce en la ingestión de grandes cantidades de sustancias, inversión de mucho tiempo y energía en el consumo y todas las consecuencias que esto genera en las relaciones personales y las responsabilidades de la persona.
La situación es similar a la del paciente que sufre de diabetes, la cual se produce por un desorden en el mecanismo de acción de la insulina y de la regulación de la glucosa en el cuerpo.
Es interesante que enfermedades tales como los desordenes cardíacos, son manejados con estrategias integrales y un grado de comprensión que incluye la prevención, intervención y tratamiento, de manera que a nadie se le ocurriría si quiera pensar que, un paciente con un infarto, merece ser castigado por haber tenido tan poco cuidado con su dieta, y menos sugerir de que no merece tratamiento.
Por otro lado, enfermedades como el HIV y el SIDA, han sido rápidamente entendidas y aceptadas como enfermedades tratables, y el estigma ha quedado relegado a los obtusos que se empeñan en no entender la realidad en la que viven.
La adicción es una enfermedad que es tan antigua como el hombre mismo y la cantidad de personas afectadas directa o indirectamente por esta enfermedad es mayúscula.
Aun así, los sistemas de salud pública, continúan en negación, resistiéndose a ver la evidencia científica actual, negándose a incluir en sus presupuestos los tratamientos para los enfermos de adicción y sus familias.
En el tratamiento de la adicción el concepto de enfermedad proviene de la evidencia clínica a lo largo de décadas, de la investigación científica y de la correcta práctica médica. Además resulta útil para lograr el auto comprensión que los pacientes necesitan para poder recuperarse. Ayuda a eliminar el estigma asociado y se abren las posibilidades de atención en salud para un problema que, sin duda, se ha convertido en uno de los problemas de salud pública más importantes de este siglo.
Esta también es la llamada enfermedad de “La negación” que es usada aquí, no solo en el sentido psicoanalítico de un simple mecanismo de defensa que descalifica el significado de los eventos, sino más ampliamente incluyendo un amplio rango de maniobras psicológicas diseñadas para reducir la conciencia del hecho de que el uso es la causa de los problemas del individuo, más que una solución a estos problemas. La negación se convierte en una parte integral de la enfermedad y un obstáculo importante para la recuperación.

lunes, 17 de agosto de 2015

DrunKorexia

Drunkorexia

Todo el mundo ha oído hablar de alguien que sufre de anorexia nerviosa - una persona que tiene una visión tortuosa de su imagen e incluso magra, sentarse grasa y privar a comer para lograr una delgadez enfermiza - y la bulimia - cuando alguien come compulsivamente y, más tarde con una conciencia culpable, induce el vómito y / o hace uso de laxantes y diuréticos para "compensar" -. Las mujeres son las principales víctimas de estos trastornos, pero los hombres, especialmente los más jóvenes, también sufren el problema.
Pero un nuevo trastorno se crio y se ha hablado bastante en los medios: drunkorexia.
Incluso sin haber sido nombrado todavía como una enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el fenómeno destaca la relación con el alcohol de las personas que sufren de trastornos de la alimentación y comienzan a tratarlo como un sustituto de la comida.
La expresión drunkorexia proviene de la unión entre las palabras borrachos (ebrios, en inglés) y la anorexia, un trastorno alimentario caracterizado por la pérdida de apetito y actitudes obsesivas hacia la delgadez. Por tanto, la drunkorexia ocurre cuando un individuo obsesivamente preocupado de no subir de peso, comienza a consumir bebidas alcohólicas para reemplazar la comida. La enfermedad afecta principalmente a las adolescentes y mujeres jóvenes.
Uno o dos por ciento de la población mundial sufre de anorexia, y estas personas, aproximadamente el 30% hacen uso inadecuado de alcohol. En Brasil, tres a cuatro por ciento de las mujeres sufren de trastornos de la alimentación. Entre ellos, el abuso de alcohol es mayor que entre las personas sin los mismos trastornos.
Para algunos expertos, la drunkorexia es más que otra manifestación de la compulsión humana junto con los trastornos alimentarios como la anorexia, cuando una persona siempre piensa que tiene sobrepeso, o la bulimia, cuando la víctima vomita lo que come para no engordar.
Por lo tanto, uno de los mayores males de la drunkorexia es aumentar las posibilidades de que el paciente ya sufre de anorexia, se convierten en dependientes del alcohol. En las mujeres, el alcoholismo evoluciona más rápido que en los hombres. En comparación con ellos, las mujeres tienen más grasa y menos agua corporal. Y el alcohol necesita agua para diluir. La misma cantidad de alcohol tiene un efecto mayor en las mujeres, allanando el camino para una posible dependencia.
Además, el período más vulnerable para las dependencias es de entre 12 y 15 años de edad. Como hay niñas de esa edad que ya sufren de anorexia, si hay un contacto con el alcohol durante este período, las posibilidades de convertirse en dependientes son aún mayores.
Los síntomas de la drunkorexia son generalmente los mismos como anorexia. Imagen distorsionada del cuerpo (los pacientes pueden encontrar la grasa incluso cuando están muy delgada), la inducción al vómito, la exageración en la cantidad de ejercicio, el uso de anfetaminas y laxantes, preocupación obsesiva por la delgadez y el poder.
El diagnóstico es principalmente clínico y considera la historia del paciente. Los informes de familia o amigos también son importantes para el médico, ya que el paciente puede minimizar la información para defenderse de la pérdida de control sobre el propio cuerpo. Sin embargo, las pruebas de laboratorio se llevan a cabo a las posibilidades de otras enfermedades se descartó.
Tratamiento de drunkorexia se integra y se considera tanto el problema de la anorexia, de la posible dependencia del alcohol. Por lo general, los medicamentos se combinan (en general, los antidepresivos), el apoyo familiar y la terapia cognitivo-conductual. En los casos de abstinencia de alcohol, ansiolíticos se enumeran y, en su caso, la frecuencia en los grupos de ayuda mutua, como Alcohólicos Anónimos (AA).
Para los que viven con una persona que puede estar sufriendo de trastorno alimentario o drunkorexia, es una advertencia: preocupación excesiva por el cuerpo, vómitos frecuentes, pérdida de peso rápida, aliento alcohólico y exagerada preocupación por el contenido calórico de los alimentos son más síntomas evidentes.
Si los miembros de la familia han sospechado drunkorexia en la familia, deben hablar abiertamente con la persona. Además de los factores neurofisiológicos, se cree que drunkorexia, como la mayoría de los trastornos de la alimentación, es el resultado de factores biopsicosociales con fuerte influencia cultural.
La sociedad occidental ha impuesto a las mujeres, sobre todo, un estándar de belleza donde sólo hay espacio para magra. Esta imposición ha demostrado ser cada vez más, un gran enemigo de muchas niñas.
Fuente: Einstein Salud
Servicio las 24 horas
Hospitalización masculino y femenino
vivo y whatz
19-999554709

domingo, 16 de agosto de 2015

Trastorno de Identidad Disociativo

Trastorno de identidad disociativo


Definición
El trastorno de identidad disociativo o de personalidad múltiple es el trastorno caracterizado por la existencia de dos o más identidades o estados de la personalidad que controlan el comportamiento del individuo de modo alternante.

En este trastorno se da una amnesia consistente en la incapacidad de recordar información personal relevante sobre alguna de las identidades coexistentes. La amnesia no es uniforme en todas las personalidades, de forma que lo que desconoce una de las personalidades puede saberlo la otra.

El trastorno de identidad disociativo es grave y tiene carácter crónico; puede resultar invalidante y generar incapacidad. Se asocia con mucha frecuencia a intentos de suicidio; de hecho se cree que es muy probable que termine en suicidio consumado. Varios estudios demuestran que del 3 al 4% de los pacientes ingresados y de los consumidores abusivos de sustancias psicoactivas padecen trastorno de la personalidad disociativo.

Causas
Se atribuye a la interacción de diversos factores: estrés abrumador, capacidad para disociar, falta de apoyo y cariño durante la infancia ante experiencias dolorosas, falta de protección frente a procesos traumáticos (el 97% de los adultos con este trastorno manifiestan haber sufrido maltrato durante la infancia, pudiendo ser comprobado en el 85%). Los niños no nacen con un sentimiento de identidad unitaria, sino que esta se va desarrollando a partir de múltiples fuentes y vivencias; en niños sometidos a sobrecarga emocional se obstruye el desarrollo y partes que deberían haberse integrado permanecen separadas. Determinados pacientes no han sufrido maltrato sino una pérdida importante temprana (como pérdida de un progenitor), una grave enfermedad.

Signos y síntomas
Las personas con un trastorno de identidad disociativo pueden experimentar a menudo un cuadro de síntomas que pueden parecerse a los de otros trastornos psiquiátricos. Los síntomas pueden ser similares a los de la ansiedad, de las alteraciones de la personalidad, de la esquizofrenia y de los trastornos afectivos o de la epilepsia. La mayoría de las personas sufre síntomas de depresión, ansiedad (dificultad para respirar, pulso acelerado, palpitaciones), fobias, ataques de pánico, disfunciones sexuales, alteraciones del apetito, estrés postraumático y síntomas que simulan los de las enfermedades físicas. Pueden estar preocupadas por el suicidio y son frecuentes los intentos, así como los episodios de automutilación. Muchas personas con trastorno de identidad disociativo abusan del alcohol o de las drogas en algún momento de su vida.

El cambio de personalidades y la ausencia de consciencia del propio comportamiento en las otras personalidades hacen a menudo caótica la vida de una persona con este trastorno. Como las personalidades con frecuencia interactúan entre ellas, la persona dice oír conversaciones internas y las voces de otras personalidades. Esto es un tipo de alucinaciones.

Hay varios signos característicos del trastorno de la personalidad disociativo:
Síntomas diferentes que ocurren en distintos momentos.
Una capacidad fluctuante para asumir sus funciones, desde la eficacia en el trabajo y en la casa hasta la inhabilidad.
Intensos dolores de cabeza y otros síntomas físicos.
Distorsiones y errores en el tiempo y amnesia.
Despersonalización y des realización (sentimiento de estar separado de uno mismo y experimentar su medio como irreal).
Las personas con un trastorno de identidad disociativo frecuentemente oyen hablar a otros de lo que ellas han hecho pero que no recuerdan. Otras pueden mencionar cambios en su comportamiento que ellas tampoco recuerdan. Pueden descubrir objetos, productos o manuscritos con los que no contaban o que no reconocen. A menudo se refieren a sí mismas como “nosotros”, “él” o “ella”. Mientras que, en general, las personas no pueden recordar mucho acerca de sus primeros cinco años de vida, la persona con un trastorno de identidad disociativo no recuerda tampoco lo ocurrido entre sus 6 y 11 años.

Las personas con un trastorno de identidad disociativo tienen típicamente una historia de tres o más diagnósticos psiquiátricos previos diferentes y que no han respondido al tratamiento. Estas personas están muy preocupadas por temas de control, tanto el autocontrol como el control de los demás.

Tratamiento
El trastorno de identidad disociativo requiere psicoterapia, con frecuencia facilitada por la hipnosis. Los síntomas pueden ir y venir de modo espontáneo, pero el trastorno no desaparece por sí mismo. El tratamiento puede aliviar algunos síntomas específicos pero no tiene efectos sobre el trastorno en sí mismo.

El tratamiento es a menudo arduo y emocionalmente doloroso. Generalmente, son necesarias una o dos sesiones de psicoterapia a la semana durante al menos 3 a 6 años. Las sesiones tienen como objetivo integrar las personalidades en una personalidad única o alcanzar una interacción armoniosa entre ellas que permita una vida normal sin síntomas. La integración de las personalidades es lo ideal pero no siempre se consigue. Las visitas al terapeuta son reducidas gradualmente pero es raro que se terminen. Los pacientes pueden confiarse al terapeuta para que les ayude, de vez en cuando, a afrontar los problemas psicológicos, del mismo modo que pueden hacerlo periódicamente con su propio médico.

Pronóstico
El pronóstico de las personas con un trastorno de identidad disociativo depende de los síntomas y de las características del trastorno. Algunas tienen principalmente síntomas disociativos y características postraumáticas; esto significa que, además de sus problemas de memoria e identidad, experimentan ansiedad acerca de acontecimientos traumáticos y el hecho de revivirlos y recordarlos. Generalmente, se recuperan por completo con el tratamiento. Otras personas tienen adicionalmente trastornos psiquiátricos graves, como trastornos de la personalidad, afectivos, alimentarios y de abuso de drogas. Sus problemas mejoran más despacio y el tratamiento puede tener menos éxito o bien debe ser más largo y pueden aparecer más crisis. Por último, algunas personas no solamente tienen otros problemas psicológicos graves sino que también están gravemente comprometidas con otras personas que las acusan de haber abusado de ellas. El tratamiento a menudo es largo y caótico y trata de reducir y de aliviar los síntomas más que de conseguir la integración. A veces, incluso un paciente con un mal pronóstico mejora lo suficiente con la terapia para sobrellevar el trastorno y comenzar a dar pasos rápidos hacia la recuperación.

lunes, 10 de agosto de 2015

Las 7 razones por las que mienten los adictos.

Artículos extraídos del Internet.


Las 7 razones por las que mienten los adictos.

Es una realidad: Los adictos suelen mentir. Pero no solo a los demás, ya sean solo conocidos o incluso amigos, sino que se engañan a sí mismos con tal de continuar su modus vivendi llegando afirmando cosas que se nota a kilómetros que no podría ser cierto. Pero hay varias razones  lógicas para que suceda esto.

1. Mienten para proteger su adicción

Como es normal, un adicto hará y dirá cualquier cosa para mantener su adicción si no han reconocido previamente (y de verdad) que lo que están viviendo es un problema que les hará daño a ellos y a su entorno. Su lógica es simple: Necesito drogas, y necesito mentir para mantener a los demás fuera de mi camino y poder continuar usando las drogas.

Por tanto, de esta manera la mentira funciona como un instinto de auto-preservación. Nada ni nadie afectará a su adicción a las drogas, y la mentira consigue que esto siga así.

2. Mienten para evitar enfrentarse a la realidad

Puede que conozcáis casos así. La adicción acaba consumiendo la vida y el mundo del adicto, haciéndole irreconocible para él mismo o para su entorno. Como la realidad y la verdad les supera y adaptarse a ella es doloroso, e incluso parece imposible, el adicto construye una nueva realidad donde las drogas no son un problema sino una solución, donde todo en su vida va bien.

Muchas veces afirman haber dejado de consumir hace muchísimo tiempo o haber conseguido un trabajo, cuando la realidad es que apenas hace unas horas del último consumo y su vida va de mal en peor económicamente hablando (¿Os suena Jesse en Breaking Bad? Es un gran ejemplo de este punto).

3. Mienten para evitar la confrontación

Por otra parte, los familiares y seres queridos de los individuos adictos no suelen quedarse de brazos cruzados, sino más bien todo lo contrario. Les hacen preguntas, se enfadan con ellos y acaban surgiendo cuestiones del estilo “Si me quieres, ¿por qué haces cosas que me hacen daño?”. Delante de estas confrontaciones, el estrés acaba siendo abrumador para el adicto.

Sin tener unas habilidades de confrontación adecuadas, los adictos acaban haciendo o diciendo lo que sea necesario para evitar nuevas discusiones o para evitar enfados o tristeza por parte de sus seres queridos; o simplemente pueden ponerse a la defensiva, desviando la atención. La mentira juega un papel crucial en todos estos procesos.

4. Mienten por encontrarse en una etapa de negación

Aunque la evidencia dicta lo contrario, el período de negación obliga al adicto a mentir, a repudiar su problema e ignorar las consecuencias que pueden desprenderse de su comportamiento. Sin embargo, aunque la negación puede tener una función protectora valiosa permitiendo a las personas procesar la información y llegar a un acuerdo final, en la adicción se puede convertir en un período dominante.

Un ejemplo es que el adicto puede acabar viendo a sus seres queridos como enemigos y auto afirmarse en que la adicción no solo es aceptable, sino necesaria para su vida. También puede acabar usando armas como la racionalización, la proyección o la intelectualización con tal de continuar la adicción.

5. Mienten porque creen que son diferentes

La típica frase de “controlo la situación, puedo dejarlo cuando quiera” no solo es un tópico, sino que llega a ser un pilar básico de la adicción. Por ello, los adictos pueden llegar a reconocer que las drogas son un problema, pero desean seguir consumiendo, y se auto convencen de que ellos serán una excepción a la regla y podrán manejar la situación, por lo que creen que pueden comportarse de manera diferente a los demás y continuar con su vida.

6. Mienten porque se sienten avergonzados

En los momentos de sobriedad, los adictos pueden llegar a darse cuenta realmente de su problema y sentirse terriblemente avergonzados y arrepentidos.

Sin embargo, no son capaces de controlar sus emociones, y la única forma que conocen de hacer frente a los problemas es justamente el uso de las drogas. Es un círculo vicioso (nunca mejor dicho).

7. Mienten porque pueden

Finalmente, hay adictos que llegan a un punto donde sus seres queridos coinciden con la negación del mismo adicto y hacen la vista gorda delante de sus comportamientos, incluso defendiéndoles, ya que reconocer la verdad es demasiado doloroso para ellos o porque ya han aguantado tanto sufrimiento que no tolerarían más.

Por ello, cuando los seres queridos del adicto llegan al punto de pensar que las mentiras de este son aceptables, ayudan a perpetuar la adicción.

CARACTERÍSTICAS DE UNA PERSONA ADICTA

1 -     Sufre de un trastorno de personalidad, del que la adicción es un síntoma.

2 -     No acepta ser adicto. No reconoce que necesita ayuda. Niega sus problemas.

3 -     Vive en una su cultura entre otros drogadictos (usa un lenguaje típico para comunicarse)

4 -     Es una persona de inteligencia promedio o más (en su mayoría)

5 -     Tiene conflictos con la autoridad. La rechaza

6 -     Es egocéntrico e individualista. No se preocupa por los demás (él es el sol y los demás giran alrededor de él)

7 -     Distingue entre el bien y el mal, no es un loco, pero cuando actúa lo hace mal.

8 -     Tiene pobres controles internos

9 -     Es inconsciente. No persevera. Empieza las cosas y no las termina. No tolera la rutina.

10 -   Vive el presente. Es un niño. Quiere las cosas cuando las pide y no puede esperar.

11 -    No planifica en base a la realidad que tiene (se casa sin tener trabajo, compra carro nuevo aunque no tenga con que pagarlo).

12 -   Es manipulador, quiere siempre salirse con la suya. Quiere las cosas como y cuando él dice.

13 -   Es inmaduro, ansioso, inseguro.

14 -   Le gusta vestir y calzar bien aunque no trabaje.

15 -   No aprende de sus experiencias, ni de las de los demás

16 -   Es irresponsable en grado óptimo, difícil de manejar. Quiere un carro y se lo roba (la persona normal planifica, economiza, hace préstamos y los paga)

17 -   Tiene nivel de frustraciones y tolerancia baja.

18 -   Su autoestima es muy baja.

19 -   Carece de introspección (Los demás tienen la culpa de los que sucede)

20 -  Es vago. No le gusta trabajar. Le gusta la vida fácil. No está dispuesto a sacrificarse.

21 -   Manifiesta una constante inestabilidad en el trabajo. Cambia mucha.

22 -   Carece de remordimiento y sentido de culpa. A veces siente arrepentimiento pero no le dura mucho.

23 -   Le gusta hacer promesas que no cumple.

24 -   Presenta embotamiento afectivo. No siente amor por nadie, ni por el mismo. Se le hace difícil recibir amor.

25 -   Es desconsiderado. Justifica su conducta. Siempre les echa la culpa a los demás, lo persiguen los demás.

26 -   Es mentiroso, se cree el mismo sus mentiras.

27 -   Tiene ambiciones desmedidas, no a tono con su situación. Quiere ganar dinero, aunque no tenga ningún oficio o destreza (Sí lo tiene no se destaca por su irresponsabilidad)

28 -   Tiene una gran capacidad para seducir, para agradar.

29 -   No se conforma nunca con lo que tiene (Mientras más se le da más quiere)

30 -  Muchos tienen identificación pobre con su propio yo.

31 -   Tiene conflictos con el sexo opuesto (Ve el sexo opuesto como un objeto que utiliza cuando más le conviene).

32 -   Tiene un concepto pobre de su hombría (Para ellos el machismo impera). El más macho es el que más droga consume, el que conquista más mujeres, el que engaña más.

33 -   Trata de modificar el mundo de acuerdo a sus intereses. El tratamiento debe ser como ellos dicen.

34 -   Es desconfiado por excelencia.

35 -   Normalmente se siente rechazado, perseguido, inferior, inadecuado.

36 -   A veces se torna irracional, negativo, hostil, manipulador, superior al terapeuta en conocimiento sobre la adicción.

37 -   Es rechazado por su conducta no por su persona.

38 -   Puede controlar su vida si se lo propone.

39 -   Puede modificar su conducta y cambiar sus actitudes: reeducarse.


PRINCIPIOS DE LAS RELACIONES INTERPERSONALES

1 -     Reconocer las maneras de sentir de las otras personas.

2 -     Reconocer nuestra propia manera de sentir.

3 -     Tender el puente de la relación, iniciando uno mismo con la parte que le corresponde para así invitar al otro a hacer lo mismo.

4 -     Buscar conjuntamente el porqué del comportamiento de la persona que solicita la ayuda.

5 -     Descubrir y hacer uso de las potencialidades del individuo.

6 -     Tener el interés y la buena intención de ayudar.

7 -     Dar apoyo o sostén emocional y reconocimiento sincero.

8 -     Respetar los derechos a la libre determinación.

9 -     Ofrecer alternativas para la solución de los problemas.

10 -   No hacer promesas que no se puedan cumplir.

LOS DIEZ MANDAMIENTOS DE LAS RELACIONES HUMANAS

1 -     Comunícate con la gente. Saluda placenteramente. No hay nada más agradable que un saludo cordial.

2 -     Sonríe con la gente. Se usan 65 músculos de la cara para fruncir el entrecejo, pero solo 14 para sonreír.

3 -     Llama a os demás por su nombre. La música más dulce a los oídos de todos es el sonido de nuestro propio nombre.

4 -     Sé amigable y servicial. Los demás corresponderán de la misma manera.

5 -     Se cordial. Esto abrirá los canales de la comunicación.

6 -     Interésate sinceramente en los demás. Siempre encontraras algo que te agrade en cada una de las personas que trates.

7 -     Se generoso en el elogio, prudente en la crítica.

8 -     Ten en cuenta los sentimientos de los demás. Lo apreciaran mucho.

9 -     Considera la opinión de los demás. Hay tres puntos de vista en los asuntos controversias: el tuyo, el de la otra persona y el correcto.

10 -   Deberás estar aleta para servir. Lo que más cuenta en la vida es aquello que hacemos por los demás.

Testimonio de un enfermo adicto a las drogas.

Hola mi nombre es Lorena, tengo 20 años de edad, vengo de una familia disfuncional, tengo 4 hermanos.
Recuerdo que en mi infancia mi relación con mis hermanas y padres era muy unida, ya que convivíamos y nos divertíamos en familia. Cuando tenía la edad de 10 años aproximadamente le detectaron un problema de salud a mi padre, que esto causo muchas preocupaciones por parte de mis hermanos y mi madre, a causa de esto toda la atención fue dada a mi padre, el cual yo me sentí rechazada por mi familia.

Yo sentía una gran soledad y rechazo, ya que no entendía la enfermedad de mi padre, así que opte por salir a divertirme, y fue como encontré otro tipo de vida, que fueron las drogas, alcohol y las fiestas. Yo comencé a los 11 años a tomar, ya como a los 14 o 15 años, ya era alcohólica, mis padres no se daban cuenta ya que ellos tenían responsabilidades en su trabajo y cuando se dieron cuenta quisieron remediarlo con castigos, pero ni ellos ni yo sabíamos que ya era una enfermedad, el alcohol ya no me satisfacía mucho ya que no me hacía mucho efecto, fue entonces cuando me ofrecieron por primera vez una tacha, la cual acepte, me gusto porque en ese momento sentí otro tipo de satisfacción, y me gusto; ya que su efecto era alucinógenos me sentía como si el mundo fuera mío y me olvidaba en ese instante de todos los problemas, probé la mota, cocaína, inhalantes, psicotrópicos, entre otros.

El tiempo que duro esa terrible obsesión a las drogas fue de 4 años y medio. Empecé a vender droga para saciarme, y cuando no me bastaba o no tenia dinero, empecé a hacer algunas transacciones con tarjetas de crédito, para tener más dinero y así poderme divertir a lo máximo. Hasta que un día me iban a agarrar los policías y me dio miedo. En esos momentos mis amigos me compartían la droga.

Al paso de eso, tuve a unas personas que los quise como si fueran mis padres, que me brindaron todo su apoyo, comprensión y estaban conmigo en las buenas y en las malas. Me dieron mucho cariño, pero no me basto esto para dejar de drogarme, yo siempre veía por los demás y nunca por mi, todos me daban su amor y comprensión pero yo nunca acepte nada, no aceptaba yo el cariño de los demás, por miedo de que fuera a perderlos o me lastimaran.

A pesar de estar con mis amigos y en el ambiente de las drogas que me gustaban, yo en el fondo sentía un gran vació y una soledad que no comprendía que era, ahora ya sé que lo que me hacía falta era la fe, porque el amor siempre lo tuve, y la fe en Dios nunca.

Mis padres me llevaron con algunos psiquiatras, y psicólogos, pues mi problema no paraba, seguía con mi mal comportamiento, agresión hacia ellos, los llegue a golpear, a mis hermanas y a otras personas.

La vida que pase alrededor de mis amigos se basaba en puros golpes, agresiones, alcohol, drogas y diversión, así dure 4 años, ya en los últimos meses me drogaba yo sola, sufrí por la ausencia de la droga cuando no tenía dinero para comprarla, ya no me satisfacía la dosis que tomaba, así que fui aumentándole, hasta llegar a un extremo de introducírmela por los ojos.

Llego el momento en que me salí junto con mis hermanas de mi casa, nos fuimos aun departamento de unos amigos, y recuerdo que no teníamos dinero para comer, así que decidimos robar en una tiendita, a los dos días llegaron por nosotras una amiga y su mama; diciendo que mi papa se había separado por un tiempo de mi mamá, la causa de esto fui yo. Las drogas me dañaron físicamente, baje de peso, mi vista estaba ida, ya no coordinaba, ya tenía lazos de amnesia, no comía nada que fue otro problema con mis padres.

Me trataron de ayudar mis amigos que los veía como mis padres en ese momento, y otros amigos, ya me empezaron a decir que andaba mal, que le bajara a mi desmadre.

Que ya tenía un problema serio. Pero yo nunca quise ver la realidad, yo siempre decía que yo podía sola; hasta que una vez nos reunimos esas personas y yo, y les dije que me dieran una semana para demostrarles que no era una adicta, y no pude, aguante un día y fue todo.

Después me dijeron que si aceptaba ir con una psicóloga para ver que grado de adicción tenía, fue un jueves a las 10:00 p.m. que me llevaron a una casa yo pensaba que era la casa de la psicóloga, y resulto ser el Centro de Rehabilitación "Cuenta Conmigo", yo me puse algo agresiva, pues yo no quería quedarme, para poder seguir destruyéndome, acepte quedarme por vergüenza de ver mis padres.

En el momento que llegue, me atendió el doctor, psicólogas y el "PADRINO", y aun así no quería quedarme, me mantuve aquí hasta que vi realmente que estaba enferma y que yo ya no podía sola, que solo un adicto igual que yo podría ayudarme. Así que decidí echarle ganas, dure tres meses en desintoxicarme, ya que había consumido una gran cantidad de sustancias, mi internamiento era de tres meses y opte por quedarme otros 3 meses, ya que me están enseñando a vivir otra nueva vida, sin drogas y sin alcohol, me están enseñando los valores, cosa que antes no sabía que eran, que son disciplina, obediencia y amor.

Recupere a mi familia, aprendí a valorarla, poder convivir con ellos, ya que antes no lo hacía, y ahí vi realmente que la vida es hermosa. Ya que no me daba cuenta de esa gran diferencia de estar auto destruyéndome y estar en esta nueva vida con Dios.

He aprendido muchas cosas aquí, a controlar mis emociones, hacer más tolerante, a ser humilde, a respetar a los demás, a aceptarme tal y como soy, y enfrentar mis problemas etc.

Este lugar era para mí una cárcel, ya que nunca había estado encerrada, y yo nunca había estado así, me sentía muy mal. Hasta llegue a planear escaparme, pues yo ya no aguantaba las juntas pues no me gustaba que me dijeran mis verdades, y al tener que enfrentarme y decir mis actos aberrantes y al tener que obedecer a la autoridad y tener que obedecer unas reglas que jamás en mi vida, había hecho.

Otra vez tuve la decisión de quedarme más tiempo, ya que esto me sirve como un complemento más a mi vida, lo cual me llena de satisfacción de estar con personas que me quieren, me estima, y me ayudan a seguir a delante, y más que eso su comprensión que es la causa de mi enfermedad.

Yo les agradezco de todo corazón, que me han estado ayudando en todos los aspectos, físico, emocional y espiritual. Espero que mi experiencia les sirva de ejemplo y les pueda ayudar, a que no están solos, que siempre en este centro de Rehabilitación "Cuenta Conmigo", tendrá las puertas abiertas para ti, y no les dé miedo de vivir una nueva vida en compañía de Dios.

Le doy gracias a este centro de rehabilitación y los que contribuyen en él, a mis padres y mis hermanos y a mis amigos, por estar conmigo y apoyarme. Gracias nuevamente, y recordarles que las drogas si destruyen ya que podemos perder muchas cosas valiosas para nosotros como es el amor de la familia, la fe en Dios, y principalmente nuestra vida.

Así que vive y deja vivir, sin drogas.

No destruyas las ilusiones de tu familia

GRACIAS


Os voy a contar mi historia, yo empecé a consumir cocaína hace 4 años y 4 meses, a principios de septiembre del 2004, mi madre se estaba muriendo de cáncer, y por circunstancias de la vida, termine en ese mundo, el mundo de la cocaína, "mi escusa" era lo de mi madre, que no es excusa ninguna, por que por desgracia hay mucha gente que pierde a sus madres de cáncer y no se meten en este mundo. Empecé a consumir los fines de semana, luego empecé a consumir algún día entre semana, y cada vez iba a mas, lo peor eran los bajones de la cocaína, que me daba por comer, engorde muchísimo, llegue a pesar 125 kilos este verano, parecía una bola de grasa, no era yo misma, me he intentado suicidar 3 veces, la última vez fue este verano en junio, casi lo consigo, menos mal que mi padre llego antes de lo previsto, aparte de abrirme las muñecas, me tome dos botes enteros de tranksilium un bote de 0.5 mg y otro de 1mg, no lo recuerdo muy bien, era medicación que tenía de cuando mi madre estaba enferma, me llevaron al hospital corriendo, y la doctora le dijo a mi padre, que está viva por que la medicación estaba caducada. si no, no lo cuento, eso constara en mi historial toda mi vida, a mediados de agosto, no recuerdo que día de la semana fue, me desperté, y decidí dejar la cocaína y ponerme a régimen, han pasado unos 5 meses desde entonces, y no he vuelto a tomar cocaína, la odio y ahora, también odio a la gente que la toma, he perdido 25 kilos, vuelvo a ser la chica simpática y agradable que era antes, de toda esta mierda, sigo adelgazando y cada vez me siento mejor conmigo misma, soy "feliz", y ahora me quiero mucho, 2 mese después de dejar la cocaína, le conté todo a mi padre, porque creía que tenía derecho a saberlo, ahora estoy súper controlada, y me alegro, solo pido que mi padre vuelva a confiar en mí. No la he echado nunca de menos, sí que he tenido días muy malos, que me apetecía comprar 1g y metérmelo, pero no lo he hecho, también me han ofrecido meterme alguna ralla, en el trabajo, amigos etc... Y he dicho que no, mi vida ha cambiado tanto desde que deje el mundo de la cocaína, mis amigos más cercanos, los que lo sabían, no se creer que vuelva a ser yo, la chica que conocieron en el colegio o en el instituto. Casi me arruina la vida, y me deja sin amigos. La vida me dio fuerza de voluntad para dejarlo y remendar mis errores, lo deje yo sola sin ayuda de nadie, ahora tengo un síndrome de abstinencia, que son temblores en las manos, que abecés no puedo ni escribir, pero me han dicho que eso es normal y que poco a poco se ira quitando, no sé, si alguien quiere preguntarme algo, ayuda o información.