lunes, 10 de agosto de 2015

Las 7 razones por las que mienten los adictos.

Artículos extraídos del Internet.


Las 7 razones por las que mienten los adictos.

Es una realidad: Los adictos suelen mentir. Pero no solo a los demás, ya sean solo conocidos o incluso amigos, sino que se engañan a sí mismos con tal de continuar su modus vivendi llegando afirmando cosas que se nota a kilómetros que no podría ser cierto. Pero hay varias razones  lógicas para que suceda esto.

1. Mienten para proteger su adicción

Como es normal, un adicto hará y dirá cualquier cosa para mantener su adicción si no han reconocido previamente (y de verdad) que lo que están viviendo es un problema que les hará daño a ellos y a su entorno. Su lógica es simple: Necesito drogas, y necesito mentir para mantener a los demás fuera de mi camino y poder continuar usando las drogas.

Por tanto, de esta manera la mentira funciona como un instinto de auto-preservación. Nada ni nadie afectará a su adicción a las drogas, y la mentira consigue que esto siga así.

2. Mienten para evitar enfrentarse a la realidad

Puede que conozcáis casos así. La adicción acaba consumiendo la vida y el mundo del adicto, haciéndole irreconocible para él mismo o para su entorno. Como la realidad y la verdad les supera y adaptarse a ella es doloroso, e incluso parece imposible, el adicto construye una nueva realidad donde las drogas no son un problema sino una solución, donde todo en su vida va bien.

Muchas veces afirman haber dejado de consumir hace muchísimo tiempo o haber conseguido un trabajo, cuando la realidad es que apenas hace unas horas del último consumo y su vida va de mal en peor económicamente hablando (¿Os suena Jesse en Breaking Bad? Es un gran ejemplo de este punto).

3. Mienten para evitar la confrontación

Por otra parte, los familiares y seres queridos de los individuos adictos no suelen quedarse de brazos cruzados, sino más bien todo lo contrario. Les hacen preguntas, se enfadan con ellos y acaban surgiendo cuestiones del estilo “Si me quieres, ¿por qué haces cosas que me hacen daño?”. Delante de estas confrontaciones, el estrés acaba siendo abrumador para el adicto.

Sin tener unas habilidades de confrontación adecuadas, los adictos acaban haciendo o diciendo lo que sea necesario para evitar nuevas discusiones o para evitar enfados o tristeza por parte de sus seres queridos; o simplemente pueden ponerse a la defensiva, desviando la atención. La mentira juega un papel crucial en todos estos procesos.

4. Mienten por encontrarse en una etapa de negación

Aunque la evidencia dicta lo contrario, el período de negación obliga al adicto a mentir, a repudiar su problema e ignorar las consecuencias que pueden desprenderse de su comportamiento. Sin embargo, aunque la negación puede tener una función protectora valiosa permitiendo a las personas procesar la información y llegar a un acuerdo final, en la adicción se puede convertir en un período dominante.

Un ejemplo es que el adicto puede acabar viendo a sus seres queridos como enemigos y auto afirmarse en que la adicción no solo es aceptable, sino necesaria para su vida. También puede acabar usando armas como la racionalización, la proyección o la intelectualización con tal de continuar la adicción.

5. Mienten porque creen que son diferentes

La típica frase de “controlo la situación, puedo dejarlo cuando quiera” no solo es un tópico, sino que llega a ser un pilar básico de la adicción. Por ello, los adictos pueden llegar a reconocer que las drogas son un problema, pero desean seguir consumiendo, y se auto convencen de que ellos serán una excepción a la regla y podrán manejar la situación, por lo que creen que pueden comportarse de manera diferente a los demás y continuar con su vida.

6. Mienten porque se sienten avergonzados

En los momentos de sobriedad, los adictos pueden llegar a darse cuenta realmente de su problema y sentirse terriblemente avergonzados y arrepentidos.

Sin embargo, no son capaces de controlar sus emociones, y la única forma que conocen de hacer frente a los problemas es justamente el uso de las drogas. Es un círculo vicioso (nunca mejor dicho).

7. Mienten porque pueden

Finalmente, hay adictos que llegan a un punto donde sus seres queridos coinciden con la negación del mismo adicto y hacen la vista gorda delante de sus comportamientos, incluso defendiéndoles, ya que reconocer la verdad es demasiado doloroso para ellos o porque ya han aguantado tanto sufrimiento que no tolerarían más.

Por ello, cuando los seres queridos del adicto llegan al punto de pensar que las mentiras de este son aceptables, ayudan a perpetuar la adicción.

CARACTERÍSTICAS DE UNA PERSONA ADICTA

1 -     Sufre de un trastorno de personalidad, del que la adicción es un síntoma.

2 -     No acepta ser adicto. No reconoce que necesita ayuda. Niega sus problemas.

3 -     Vive en una su cultura entre otros drogadictos (usa un lenguaje típico para comunicarse)

4 -     Es una persona de inteligencia promedio o más (en su mayoría)

5 -     Tiene conflictos con la autoridad. La rechaza

6 -     Es egocéntrico e individualista. No se preocupa por los demás (él es el sol y los demás giran alrededor de él)

7 -     Distingue entre el bien y el mal, no es un loco, pero cuando actúa lo hace mal.

8 -     Tiene pobres controles internos

9 -     Es inconsciente. No persevera. Empieza las cosas y no las termina. No tolera la rutina.

10 -   Vive el presente. Es un niño. Quiere las cosas cuando las pide y no puede esperar.

11 -    No planifica en base a la realidad que tiene (se casa sin tener trabajo, compra carro nuevo aunque no tenga con que pagarlo).

12 -   Es manipulador, quiere siempre salirse con la suya. Quiere las cosas como y cuando él dice.

13 -   Es inmaduro, ansioso, inseguro.

14 -   Le gusta vestir y calzar bien aunque no trabaje.

15 -   No aprende de sus experiencias, ni de las de los demás

16 -   Es irresponsable en grado óptimo, difícil de manejar. Quiere un carro y se lo roba (la persona normal planifica, economiza, hace préstamos y los paga)

17 -   Tiene nivel de frustraciones y tolerancia baja.

18 -   Su autoestima es muy baja.

19 -   Carece de introspección (Los demás tienen la culpa de los que sucede)

20 -  Es vago. No le gusta trabajar. Le gusta la vida fácil. No está dispuesto a sacrificarse.

21 -   Manifiesta una constante inestabilidad en el trabajo. Cambia mucha.

22 -   Carece de remordimiento y sentido de culpa. A veces siente arrepentimiento pero no le dura mucho.

23 -   Le gusta hacer promesas que no cumple.

24 -   Presenta embotamiento afectivo. No siente amor por nadie, ni por el mismo. Se le hace difícil recibir amor.

25 -   Es desconsiderado. Justifica su conducta. Siempre les echa la culpa a los demás, lo persiguen los demás.

26 -   Es mentiroso, se cree el mismo sus mentiras.

27 -   Tiene ambiciones desmedidas, no a tono con su situación. Quiere ganar dinero, aunque no tenga ningún oficio o destreza (Sí lo tiene no se destaca por su irresponsabilidad)

28 -   Tiene una gran capacidad para seducir, para agradar.

29 -   No se conforma nunca con lo que tiene (Mientras más se le da más quiere)

30 -  Muchos tienen identificación pobre con su propio yo.

31 -   Tiene conflictos con el sexo opuesto (Ve el sexo opuesto como un objeto que utiliza cuando más le conviene).

32 -   Tiene un concepto pobre de su hombría (Para ellos el machismo impera). El más macho es el que más droga consume, el que conquista más mujeres, el que engaña más.

33 -   Trata de modificar el mundo de acuerdo a sus intereses. El tratamiento debe ser como ellos dicen.

34 -   Es desconfiado por excelencia.

35 -   Normalmente se siente rechazado, perseguido, inferior, inadecuado.

36 -   A veces se torna irracional, negativo, hostil, manipulador, superior al terapeuta en conocimiento sobre la adicción.

37 -   Es rechazado por su conducta no por su persona.

38 -   Puede controlar su vida si se lo propone.

39 -   Puede modificar su conducta y cambiar sus actitudes: reeducarse.


PRINCIPIOS DE LAS RELACIONES INTERPERSONALES

1 -     Reconocer las maneras de sentir de las otras personas.

2 -     Reconocer nuestra propia manera de sentir.

3 -     Tender el puente de la relación, iniciando uno mismo con la parte que le corresponde para así invitar al otro a hacer lo mismo.

4 -     Buscar conjuntamente el porqué del comportamiento de la persona que solicita la ayuda.

5 -     Descubrir y hacer uso de las potencialidades del individuo.

6 -     Tener el interés y la buena intención de ayudar.

7 -     Dar apoyo o sostén emocional y reconocimiento sincero.

8 -     Respetar los derechos a la libre determinación.

9 -     Ofrecer alternativas para la solución de los problemas.

10 -   No hacer promesas que no se puedan cumplir.

LOS DIEZ MANDAMIENTOS DE LAS RELACIONES HUMANAS

1 -     Comunícate con la gente. Saluda placenteramente. No hay nada más agradable que un saludo cordial.

2 -     Sonríe con la gente. Se usan 65 músculos de la cara para fruncir el entrecejo, pero solo 14 para sonreír.

3 -     Llama a os demás por su nombre. La música más dulce a los oídos de todos es el sonido de nuestro propio nombre.

4 -     Sé amigable y servicial. Los demás corresponderán de la misma manera.

5 -     Se cordial. Esto abrirá los canales de la comunicación.

6 -     Interésate sinceramente en los demás. Siempre encontraras algo que te agrade en cada una de las personas que trates.

7 -     Se generoso en el elogio, prudente en la crítica.

8 -     Ten en cuenta los sentimientos de los demás. Lo apreciaran mucho.

9 -     Considera la opinión de los demás. Hay tres puntos de vista en los asuntos controversias: el tuyo, el de la otra persona y el correcto.

10 -   Deberás estar aleta para servir. Lo que más cuenta en la vida es aquello que hacemos por los demás.

Testimonio de un enfermo adicto a las drogas.

Hola mi nombre es Lorena, tengo 20 años de edad, vengo de una familia disfuncional, tengo 4 hermanos.
Recuerdo que en mi infancia mi relación con mis hermanas y padres era muy unida, ya que convivíamos y nos divertíamos en familia. Cuando tenía la edad de 10 años aproximadamente le detectaron un problema de salud a mi padre, que esto causo muchas preocupaciones por parte de mis hermanos y mi madre, a causa de esto toda la atención fue dada a mi padre, el cual yo me sentí rechazada por mi familia.

Yo sentía una gran soledad y rechazo, ya que no entendía la enfermedad de mi padre, así que opte por salir a divertirme, y fue como encontré otro tipo de vida, que fueron las drogas, alcohol y las fiestas. Yo comencé a los 11 años a tomar, ya como a los 14 o 15 años, ya era alcohólica, mis padres no se daban cuenta ya que ellos tenían responsabilidades en su trabajo y cuando se dieron cuenta quisieron remediarlo con castigos, pero ni ellos ni yo sabíamos que ya era una enfermedad, el alcohol ya no me satisfacía mucho ya que no me hacía mucho efecto, fue entonces cuando me ofrecieron por primera vez una tacha, la cual acepte, me gusto porque en ese momento sentí otro tipo de satisfacción, y me gusto; ya que su efecto era alucinógenos me sentía como si el mundo fuera mío y me olvidaba en ese instante de todos los problemas, probé la mota, cocaína, inhalantes, psicotrópicos, entre otros.

El tiempo que duro esa terrible obsesión a las drogas fue de 4 años y medio. Empecé a vender droga para saciarme, y cuando no me bastaba o no tenia dinero, empecé a hacer algunas transacciones con tarjetas de crédito, para tener más dinero y así poderme divertir a lo máximo. Hasta que un día me iban a agarrar los policías y me dio miedo. En esos momentos mis amigos me compartían la droga.

Al paso de eso, tuve a unas personas que los quise como si fueran mis padres, que me brindaron todo su apoyo, comprensión y estaban conmigo en las buenas y en las malas. Me dieron mucho cariño, pero no me basto esto para dejar de drogarme, yo siempre veía por los demás y nunca por mi, todos me daban su amor y comprensión pero yo nunca acepte nada, no aceptaba yo el cariño de los demás, por miedo de que fuera a perderlos o me lastimaran.

A pesar de estar con mis amigos y en el ambiente de las drogas que me gustaban, yo en el fondo sentía un gran vació y una soledad que no comprendía que era, ahora ya sé que lo que me hacía falta era la fe, porque el amor siempre lo tuve, y la fe en Dios nunca.

Mis padres me llevaron con algunos psiquiatras, y psicólogos, pues mi problema no paraba, seguía con mi mal comportamiento, agresión hacia ellos, los llegue a golpear, a mis hermanas y a otras personas.

La vida que pase alrededor de mis amigos se basaba en puros golpes, agresiones, alcohol, drogas y diversión, así dure 4 años, ya en los últimos meses me drogaba yo sola, sufrí por la ausencia de la droga cuando no tenía dinero para comprarla, ya no me satisfacía la dosis que tomaba, así que fui aumentándole, hasta llegar a un extremo de introducírmela por los ojos.

Llego el momento en que me salí junto con mis hermanas de mi casa, nos fuimos aun departamento de unos amigos, y recuerdo que no teníamos dinero para comer, así que decidimos robar en una tiendita, a los dos días llegaron por nosotras una amiga y su mama; diciendo que mi papa se había separado por un tiempo de mi mamá, la causa de esto fui yo. Las drogas me dañaron físicamente, baje de peso, mi vista estaba ida, ya no coordinaba, ya tenía lazos de amnesia, no comía nada que fue otro problema con mis padres.

Me trataron de ayudar mis amigos que los veía como mis padres en ese momento, y otros amigos, ya me empezaron a decir que andaba mal, que le bajara a mi desmadre.

Que ya tenía un problema serio. Pero yo nunca quise ver la realidad, yo siempre decía que yo podía sola; hasta que una vez nos reunimos esas personas y yo, y les dije que me dieran una semana para demostrarles que no era una adicta, y no pude, aguante un día y fue todo.

Después me dijeron que si aceptaba ir con una psicóloga para ver que grado de adicción tenía, fue un jueves a las 10:00 p.m. que me llevaron a una casa yo pensaba que era la casa de la psicóloga, y resulto ser el Centro de Rehabilitación "Cuenta Conmigo", yo me puse algo agresiva, pues yo no quería quedarme, para poder seguir destruyéndome, acepte quedarme por vergüenza de ver mis padres.

En el momento que llegue, me atendió el doctor, psicólogas y el "PADRINO", y aun así no quería quedarme, me mantuve aquí hasta que vi realmente que estaba enferma y que yo ya no podía sola, que solo un adicto igual que yo podría ayudarme. Así que decidí echarle ganas, dure tres meses en desintoxicarme, ya que había consumido una gran cantidad de sustancias, mi internamiento era de tres meses y opte por quedarme otros 3 meses, ya que me están enseñando a vivir otra nueva vida, sin drogas y sin alcohol, me están enseñando los valores, cosa que antes no sabía que eran, que son disciplina, obediencia y amor.

Recupere a mi familia, aprendí a valorarla, poder convivir con ellos, ya que antes no lo hacía, y ahí vi realmente que la vida es hermosa. Ya que no me daba cuenta de esa gran diferencia de estar auto destruyéndome y estar en esta nueva vida con Dios.

He aprendido muchas cosas aquí, a controlar mis emociones, hacer más tolerante, a ser humilde, a respetar a los demás, a aceptarme tal y como soy, y enfrentar mis problemas etc.

Este lugar era para mí una cárcel, ya que nunca había estado encerrada, y yo nunca había estado así, me sentía muy mal. Hasta llegue a planear escaparme, pues yo ya no aguantaba las juntas pues no me gustaba que me dijeran mis verdades, y al tener que enfrentarme y decir mis actos aberrantes y al tener que obedecer a la autoridad y tener que obedecer unas reglas que jamás en mi vida, había hecho.

Otra vez tuve la decisión de quedarme más tiempo, ya que esto me sirve como un complemento más a mi vida, lo cual me llena de satisfacción de estar con personas que me quieren, me estima, y me ayudan a seguir a delante, y más que eso su comprensión que es la causa de mi enfermedad.

Yo les agradezco de todo corazón, que me han estado ayudando en todos los aspectos, físico, emocional y espiritual. Espero que mi experiencia les sirva de ejemplo y les pueda ayudar, a que no están solos, que siempre en este centro de Rehabilitación "Cuenta Conmigo", tendrá las puertas abiertas para ti, y no les dé miedo de vivir una nueva vida en compañía de Dios.

Le doy gracias a este centro de rehabilitación y los que contribuyen en él, a mis padres y mis hermanos y a mis amigos, por estar conmigo y apoyarme. Gracias nuevamente, y recordarles que las drogas si destruyen ya que podemos perder muchas cosas valiosas para nosotros como es el amor de la familia, la fe en Dios, y principalmente nuestra vida.

Así que vive y deja vivir, sin drogas.

No destruyas las ilusiones de tu familia

GRACIAS


Os voy a contar mi historia, yo empecé a consumir cocaína hace 4 años y 4 meses, a principios de septiembre del 2004, mi madre se estaba muriendo de cáncer, y por circunstancias de la vida, termine en ese mundo, el mundo de la cocaína, "mi escusa" era lo de mi madre, que no es excusa ninguna, por que por desgracia hay mucha gente que pierde a sus madres de cáncer y no se meten en este mundo. Empecé a consumir los fines de semana, luego empecé a consumir algún día entre semana, y cada vez iba a mas, lo peor eran los bajones de la cocaína, que me daba por comer, engorde muchísimo, llegue a pesar 125 kilos este verano, parecía una bola de grasa, no era yo misma, me he intentado suicidar 3 veces, la última vez fue este verano en junio, casi lo consigo, menos mal que mi padre llego antes de lo previsto, aparte de abrirme las muñecas, me tome dos botes enteros de tranksilium un bote de 0.5 mg y otro de 1mg, no lo recuerdo muy bien, era medicación que tenía de cuando mi madre estaba enferma, me llevaron al hospital corriendo, y la doctora le dijo a mi padre, que está viva por que la medicación estaba caducada. si no, no lo cuento, eso constara en mi historial toda mi vida, a mediados de agosto, no recuerdo que día de la semana fue, me desperté, y decidí dejar la cocaína y ponerme a régimen, han pasado unos 5 meses desde entonces, y no he vuelto a tomar cocaína, la odio y ahora, también odio a la gente que la toma, he perdido 25 kilos, vuelvo a ser la chica simpática y agradable que era antes, de toda esta mierda, sigo adelgazando y cada vez me siento mejor conmigo misma, soy "feliz", y ahora me quiero mucho, 2 mese después de dejar la cocaína, le conté todo a mi padre, porque creía que tenía derecho a saberlo, ahora estoy súper controlada, y me alegro, solo pido que mi padre vuelva a confiar en mí. No la he echado nunca de menos, sí que he tenido días muy malos, que me apetecía comprar 1g y metérmelo, pero no lo he hecho, también me han ofrecido meterme alguna ralla, en el trabajo, amigos etc... Y he dicho que no, mi vida ha cambiado tanto desde que deje el mundo de la cocaína, mis amigos más cercanos, los que lo sabían, no se creer que vuelva a ser yo, la chica que conocieron en el colegio o en el instituto. Casi me arruina la vida, y me deja sin amigos. La vida me dio fuerza de voluntad para dejarlo y remendar mis errores, lo deje yo sola sin ayuda de nadie, ahora tengo un síndrome de abstinencia, que son temblores en las manos, que abecés no puedo ni escribir, pero me han dicho que eso es normal y que poco a poco se ira quitando, no sé, si alguien quiere preguntarme algo, ayuda o información.

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